Unos abuelos y su nieta

  Unos abuelos imaginarios a los que se nieta, personaje también imaginario, adora.Unos abuelos que han aprendido a leer entre lineas ante una actitud de su nieta nada convincente. Un dolor(la mutilación de los sentimientos, de las emociones, de su propia vida...)que parece apagarse casi de forma irrevocable. Unos abuelos absortos y con una impotencia casi absoluta ante estos cambios de su nieta.

  ¡Oh,qué hacer! Una niña que no asiste regularmente a clase. Que cada día se encierra mas en un mundo a parte donde es casi inaccesible llegar. Aparentemente agredida de forma casi brutal, sin posibilidades de una defensa digna y aceptable.Unos abuelos que le dedican su tiempo, su espacio, su escucha y hasta su solidaridad. Abuelos que le hacen partícipe de sus vidas, de sus momentos, de su escucha... de vez en cuando la niña esboza una sonrisa. ¡Oh,los milagros existen!Abuelos que tocan en muchas puertas para pedir ayuda. Casi todas las puertas se cierran. La mayoría de ellas con una actitud bastante incrédula.

    Una niña imaginaria que entiende de momentos, que aprende con el paso del tiempo que ha de cambiar de actitud. Ha de ser mas observadora y menos impulsiva(cosa que aprende de sus abuelos). Mujer que tras haber perdido casi todo tipo de esperanzas pues, aprende a despegar. Nunca del todo sola. Mas nunca olvidará la ternura, la escucha, el saber estar, el cariño, el respeto... que le transmitieron sus abuelos. Recuerdo que le ha venido genial para desenvolverse en el día a día. En el devenir de los momentos.

     Un gracias infinito a esos abuelos por el amor, la libertad bien entendida, bien encauzada, por tener hacia ella una actitud de escucha, de fortaleza, de responsabilidad, de enseñanza... Regalo que ella guarda en su corazón como un tesoro de valor incalculable.

      ¡Gracias abuelos!

  M.Mercedes Rodríguez Perera