-Para conquistar el mundo con su forma y su fondo.
-Para despertar ilusiones dormidas.
-Para fantasear con su contenido.
-Para poner el freno de mano cuando mis pensamientos son algo dudosos.
-Para acelerar cuando estoy en campo abierto.
-Para utilizar el espejo retrovisor algo más de la cuenta... por ejemplo, cuando él o ella me llaman la atención.
-Para ir de excursión con nuestro equipo de música preferido... además sin ningún tipo de prisas.
-Para sentir que muchas de mis acciones han merecido la pena y tú has estado presente.
Imaginando que estoy en campo abierto, con mi todo terreno, mirando un mar de estrellas y envuelta en un manto de total naturaleza... Pues me he acordado de mi dios particular. Ese dios que siempre ha estado junto a mí, y que muchas veces lo he perdido de vista (aunque él a mí no). Las veces en las que le conté cosas muy personales y sentía su cercanía, su paciencia, su saber estar. Hoy yo, quiero darte las gracias por que tú, mi dios particular, has sido significativo en mi vida. En mi búsqueda y en mi encuentro. Que la vida tenga un sentido para todos. Que los caminos tengan su respuesta y que tú, sigas siendo parte de mi vida... gracias por estar ahí.
¡Cuidado con la conducción temeraria! Las reglas de tráficos son para ser respetadas, el mal uso de ellas puede dar lugar a consecuencias no deseables.
Gracias
M.Mercedes Rodríguez Perera
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