Algunas cruces vividas en mi vida

  He vivido muchas cruces en mi vida. Algunas cruces son físicas. Otras, tal vez, de diferentes formas y colores. Dependiendo casi siempre de mi estado de ánimo. Mas hoy por hoy voy hablar de una cruz imaginaria, que a veces, sin ser conscientes de ello, pues se nos atraviesa en el camino y cuesta pero muchísimo deshacerse de ellas. Mas me gusta pensar en una cruz imaginaria muy flexible, muy segura de sí misma y hasta colaboradora. Quizás tenga en ocasiones un papel de proyección de todo aquello que necesitamos salga al exterior y se canalice adecuadamente para prepararle el viaje de partida. La cruz de un orgullo sin sentido que te atrapa casi sin que cuenta te des de ello. Te puedes perder a ti mismo por un orgullo personal obstinado, sin motivo y que deja todas tus cartas al descubierto. ¡Ojo, no precisamente, las cartas mas ventajosas!¡Caramba, pero qué me dices!

  Aquélla cruz donde yo coloco todos mis malos rollos, mis insolencias, mis salidas de tono. También los momentos mas drásticos donde mi única salida ha sido, normalmente, un mar de lágrimas. La cruz de la indiferencia social que nos va convirtiendo casi,casi en islas alejadas en lo que a todo un continente se refiera. A veces busco ayuda, no siempre es fácil solucionar ciertos problemas mas el camino se hace andando, transitando senderos no siempre éstos del todo fácil. Quizás ahí radique la valentía y la superación del caminante. ¡Ánimo compañero!Yo tengo fe en el ser humano en su conjunto, en su puesta a punto, en sus necesidades, en sus logros, en su sonrisa, su sentido del humor, su autoestima... sabes, también creo en ti, en personas como tu capaces de hacer masa, equipo para conseguir sus objetivos, sus metas mas acuciantes, necesarias.

  Cuando asumo mis momentos mas importantes, aquellos donde la resolución de problemas ha de encaminarse adecuadamente, yo empiezo desde ese instante pues a soltar amarras. Soltar amarras ante situaciones que se van resolviendo poco a poco. Quizás existan problemas que requieran mayor tiempo para resolverse. Me voy liberando poco a poco de mi cruz particular. Soltar amarras es una forma de ir despegando de esa cruz imaginaria todos aquellos momentos que me hicieron sentir infeliz, daño,incómoda en grado sumo. La liberación, en este particular tema, llega cuando la cruz deja de cargar con todos esos malos rollos... desaparece la cruz sufrimiento y yo me libero de dicha cruz apostando una y otra vez por la vida, por la libertad, por ti, por la gente que quiero y añoro. Por aquellas personas que sin un antes ni un después que lo justificara apostaron por mí, por mi camino, por mi ruta, por mi sendero no del todo transitado. ¡Mil gracias por estar ahí, compañeros de trayectos!

         M.Mercedes Rodríguez Perera