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martes, 11 de agosto de 2015

Desde la lealtad


  _A los momentos, a las circunstancias vividas que ya no podemos cambiar. Sí, para que no condicionen nuestras vidas.
  _A unos principios básicos de convivencia, como es el respeto, la dignidad de la persona, el compromiso ante causas justas y necesarias.
  _A unos principios que quizás tengamos algo atravesados en nuestros adentros, que nos puede costar mucho aceptar pero que tal vez sean la base de un testamento-vida un tanto crucial en nuestro mundo interior. Sí, donde la coherencia se ha de imponer como primera línea y primera página.
  _La lealtad a la naturaleza en todo su esplendor. Al mundo natural, animal, vegetal... que casi se rige por sus propios instintos manteniendo muchas veces el equilibrio en su hábitat.
  _La lealtad a ti mismo, porque se hace necesario moverse por principios que quizás a día de hoy cuesta mucho poner en prácticas y hasta proteger. Mas cultivarlos es todo un don preciado que tiene su precio y también su propio regalo.

    Por que sin una lealtad en ocasiones casi a "fuego de balas", la convivencia francamente sería muy difícil de lograr. La buena relación entre distintas culturas sería un reto importante a mantener.
    A los niños les puede resultar muy difícil entender repetidamente y sin causa justificada un NO por respuesta. Es importante dedicar tiempo a los niños. Enseñarles estrategias de convivencia y no marginación. La vida empieza casi siendo unos niños luego... es el factor educador y dedicación quien va formando sus mentes, su creatividad y hasta su forma de andar por el mundo.

   Mas en la sencillez todo fluye de forma natural, espontánea. La naturaleza, entiendo yo, no sabe mucho ni de letras ni de ciencias. Mas quizás rebosa en contenidos de todo tipo.

  Y tal vez fuera en la espontáneidad ante la necesidad donde unos y otros nos encontramos. Sí, donde se inicia el misterio de una vida.

   ¡Suerte en tu aventura por la vida!
      ¡Conquístate a ti mismo, lo demás casi, casi vaya sobre ruedas!

  M.Mercedes Rodríguez Perera

2 comentarios:

  1. La lealtad es casi un vocablo que no se practica. A veces, se habla de lealtad como si estuvieras tratando cualquier tema nada importante. La lealtad es un principio ante todo interior. Suele marcar positivamente a la persona que lo posee ya que en su vida no tienen lugar malos rollos sin fundamento. La lealtad es una joya interior. Sí, de un valor casi, casi exquisito. Muchas veces, no interesa por causas poco éticas pues el uso de la lealtad y casi se la pena en un rincón haciendo deberes que no son los suyos. ¡Oh, pero qué me dices!

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  2. Quizás la lealtad sea pisoteada una y mil veces para evitar quebraderos de cabeza, para eliminar algo que podemos concebir como incómodo, molesto, algo en desuso. Mas una lealtad bien entendida, bien canalizada y hasta bien regulada puede dar nos una tranquilidad inmensa, puede hacer que tengamos una visión de futuro pues positiva, cómoda, ilusionada.... ciertos principios entiendo yo son necesarios. A veces, hay que rescatarlos del baúl de los recueros. Mas bendito baúl en ocasiones por estar presente.

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