_Aquéllos caminos que yo no busqué.
_Aquéllos caminos en los cuales nos vimos inmersos sin un antes ni un después que los justificara.
_Aquéllos caminos que en total libertad se encontraron con los míos.
_Aquélla vida un tanto ingenua, ingrata por momentos, desapercibida en ocasiones, que ocupaba casi casi todo nuestro espacio. ¡Abráse visto!
_Aquéllos caminos que nunca se separan del todo, a pesar de intentar, inconscientemente, poner tierra de por medio.
Mas la vida es, en ocasiones, super astuta y... cuando tiene sus proyectos establecidos es casi un imposible desviarla del camino, de sus posibles atadeceres, imaginativamente creados por ella misma.
Y la luz es camino, es verdad y es vida. Mas el camino bien sabe de todo ello. Quizás tal vez... también de todo tipo de entuertos, enredos y sin sabores. Mas al final sabes que algunos caminos son imprevesibles. Sí, por que se saltan todo tipo de reglas, de normas establecidas... aunque quieras desviarte de ellos... en algún momento, y quizás por causas desconocidas por nosotros mismos... el camino nos busca, se hace el encontradizo. Marca sus pautas, sus trazas bien definidas. El camino se hace transitable desaparenciendo en el amanecer del día todo tipo de dudas. ¡Pero qué me dices, niña!
... pues que la verdad también puede hacerse camino. Y es el camino la proyección mas cercana a la propia vida. ¡Caramba, que filosófica me has salido!
M.Mercedes Rodríguez Perera
¡Uy, cuántas dudas nos deparan ciertos caminos!¡Caminos que busco para encontrarme, para encontrarte, para poner algo de luz en mi vida!Mas hay caminos muy suyos, que se plantan en los míos sin consulta previa. Sí, que se gobiernan solos, imaginativamente, por todo un universo. Entrometidos hasta la saciedad, curiosos, aparentemente de por vida. Caminos donde nos encontramos sin cita previa. Caminos donde nos encontramos de tú a tú, sin saber que decir, sin explicar casi lo inexplicable. Caminos que arreglan entuertos... caminos que te dejan sin habla. Por que hay algunos caminos destianados, imaginativamente, hacerse los encontradizos. Sin pedir permiso. ¡Ojo, ni que esos caminos imaginarios se gobernaran solo!¡Pues sí, parece que se gobiernan solos y, en ocasiones, imaginativamente, se adelantan incluso a los propios acontecimientos!¡Pero válgame dios!
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