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miércoles, 12 de agosto de 2015

¡¡Qué comparto!! ¡¡Qué recibo!!


  Comparto una parte de mí que me es necesaria y vital. Unas veces con gran ilusión, destreza y hasta cierta gracia. Comparto mi forma de ver la vida, de jugar a  entender un poquito mi mundo interior. Mi capacidad de adaptación al medio. Comparto un mundo de fantasías y grandes realidades, me juego tu compañía, tu saber estar, el diálogo que en ocasiones existe entre ambos y que tanto alimenta a mi propia vida.Recibo, en algunos momentos  una parte de ti que me llena de calma, de confianza, de seguridad, de inmensa luz. Comparto mis dudas. Recibo tu apoyo en nuestro camino diario, en nuestras andaduras por el mundo. Nuestras ganas de alzar el vuelo, de rondar nuestras miradas. Comparto mi lucha diaria, mi trabajo en algunos muy duros momentos. Sí, intentando no perder el norte, desafiar en ocasiones mi propio equilibrio. Con gran afán de superación, de que todo lo malo sea agua pasada y pueda moverme en total confianza y libertad. A veces, la espera se hace excesivamente larga. Mas bien vale la pena un final feliz, cómodo, agradable y hasta muy dulce.Recibo tu valoración, tu autoestima, tus emociones, tus ganas de echar una mano ante tanta confusión, ruido, incredulidad de los hechos. Compartimos parte del camino, de nuestro trayecto ruta, de nuestro engranaje personal y grupal. Nuestro apoyo mútuo en momentos bien difíciles, bien incómodos. Recibo la luz de tu mirada, tu confianza en mi persona, tu esfuerzo compartido casi en todo momento. Comparto mi sonrisa con delicada esperanza e intención de encontrar el camino de vuelta a casa.¡Ah, y que ambos lo veamos!¡Gracias te digo por existir!

     M.Mercedes Rodríguez Perera

2 comentarios:

  1. Sabes, el camino en solitario no suele ser tan fructifero como cuando hay un equipo ayudando, acomodando la situación, abriendo camino, despejando dudosos momentos. El camino compartido es un camino de muchos encuentros,de apoyo mutuo, de apoyo en la crudeza de ciertos tramos del camino. No es lo mismo festejar un buen final en equipo, que festejarlo en la mas absoluta soledad. Y que la vida continúe, que nos depare momentos saludables, de sueños proyectados en una realidad receptiva. Que el camino se haga luz... y la luz esperanza para el caminante.

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  2. Quizás tú tengas uno o varios talentos importantísimos para la sociedad, para muchas personas ciudanas del mundo. A lo mejor tú no le das valor a dichos talentos porque para tí es algo cómodo, muy fácil y hasta divertido de realizar, de desarrollarlos en el día a día. Mas un día alguna/s personas te descubren por tantos y tantos azares que existen en la vida. Tu vida, tu mundo interior puede dar un giro grandioso. Luego, miras tu persona, tu forma de andar por el mundo, aquellas personas que por casualidad descubrieron tus dones... y les das las gracias puesto que, muy en el fondo necesitabas compartir de alguna manera todo lo que habitaba en ti. ¡Gracias!

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