El hambre de lo ajeno

  ¡Caramba con el hambre de lo ajeno!¡Ya casi hemos mareado varias veces la perdiz!Existen personas que tienen el arte, al parecer en sus venas y hasta en su piel. Mas digamos que dicho don no suelen usarlo con fines éticos, saludables, cómodos... Mas bien lo utilizan para dar a entender sus propósitos. Son capaces de llorar ante quien corresponda para dar a entender lo mucho que se puede preocupar por algún familiar enfermo. Llegan a engañar, imagino yo, a prestigiosos siquiatras en salud mental. ¡Por que yo te digo que arte tienen y en cantidad. En general se mueven cuando hay dinerito de por medio. Si la cantidad es suculenta se puede ensayar una representación fisica, emocional que quizás no tenga desperdicio. Sobre todo teniendo en cuenta que suelen conseguir sus propósitos con gran facilidad. Sí, son hambrientos de lo ajeno. Si una persona discapacitada, indefensa en cuanto a formación e información, pues pudieran sacarle algún provecho pues entiendo yo que no lo dudarían ni un instante. A lo mejor esta persona discapacitada pensando como se las arreglará económicamente en el futuro y, vamos a utilizar la imaginación, pues personas allegadas a ellas limpiandole las arcas de su tesoro particular como si el dinerito fuera solo de ellos. Claro que teniendo muy en cuenta que la persona discapacitada no se entere de tal atrevimiento. Por que sí, es un atrevimiento en toda regla. Hay personas que quizás sean capaces de quitarte el alimento de tu boca para tirarlo al basurero. ¡Bah, tal vez, no les agrada en absoluto que tú te superes en el día a día! Menos aún que te espabiles y pongas todas las cartas sobre la mesa. ¡Oh, un muy mal rollito, niña!¡Vamos que lo que funciona y muy bien en ellos es el darmatismo!¡Yo diría que son expertos en puro drama. Y entiendo yo que con tal actitud habrán engañado casi a medio mundo. En fin, mucho compartir y tirando la comida ajena al basurero. Incluso si su imaginación llega a ser sorprendentemente caprichosa pueden ir, poco a poco dejando las arcas de sus propios padres vacías. Y los padres no entender bajo ningún concepto por que el dinero de toda una vida, el dinero destinado a tener una cierta holgadez... pues va desapareciendo sin un antes ni un después que lo justifique. ¡Traes hijos al mundo para que dicha situación se pueda dar!¡Válgame dios! ¡Y vaciando las cuentas de algún discapacitado sin formación, y sin ser del todo consciente de ello, con una prontitud y una puesta en escena de triunfo perenne!¡Caramba, caramba, caramba... nunca pensé que ello pudiese ocurrir!¡Bueno, si se van hilando algunas coordenadas pues se pueden obtener algunas respuestas! Claro que cuando en sus casas se habla de pobreza o de haber metido a una persona en un crédito casi infinito, donde dicha persona no puede dejar de trabajar por que el crédito se lo está comiento a marchas forzadas... pues ahí, las personas amigas de lo ajeno pueden estar tronchándose de risa ante el mal ajeno. ¡Y eso que a lo mejor pidió tus servicios para que le echaras una mano! Y tú, quizás mirando para otro lado con un par de palmaditas en la espalda. Para engañar a un siquiatra o a todo un equipo de salud mental referente a algún paciente de dicho centro pues mucho arte hay que tener para que no te cojan ante un dramatismo que hasta a mí personalmente me hace clamar al cielo. Superada la prueba de fuego, pues... explotar a esa persona puede ser para dichas personas pues cosa fácil. Empezando por limpiar todas sus cuentas(suponiendo que esta persona tenga varias cuentas, que eso yo no lo sé).

      Quiero comentar que a mí me gusta ir de legal por la vida. Entiendo que hay personas que roban por necesidad y otras quizás por vicio, por amor al dinerito ajeno. Me gusta ser escrupulosa en dicho sentido. Entiendo yo que si no me respeto a mí misma y no respeto a otras personas pues... mi libertad no tendría ningún sentido. Mi vida se ahogaría en un vaso de agua. La vida sería un sin sentido. Quiero agarrarme siempre a criterios básicos, a valores, a un saber estar... quiero ser feliz por eso intento ser honesta conmigo misma y el mundo circundante.

   M.Mercedes Rodríguez Perera