Noche de tormentas, juegos peligrosos que se nos escapan de las manos. Sentimientos fuertes que desbordan nuestros ojos... surcando toda una vida aun por descubrir. Y en un instante... otro mar de lágrimas.La pérdida del ser querido que emerge de nuestro interior. La ausencia de un momento pasado, presente... La desnudez de un alma. La ingratitud de tus palabras algo hirientes, pasotas, sin sentido común aceptable. Lágrimas que surcan nuestros ojos cual terapia a la espera, improvisada en ocasiones. Relajando nuestro ser, calmando nuestro espíritu aletargado. Preguntas sin respuestas... respuestas sin sentido aparente. Y en la cercanía multitud de ausencias... de fondo... tu mirada. Unas veces, cercana. Otras muchas, perdida en el tiempo. Tal vez busca algo. Quizás a alguien. La espera suele ser una respuesta. Claro que, no siempre se acierta. Ni las ausencias son capaces de dar respuestas, de alimentar tanta y tanta necesidad. A veces, se cuela un cruel olvido del cual no son conscientes del todo ni el emisor ni el receptor que espera.
M.Mercedes Rodríguez Perera
Nunca olvidaré aquella cascada en tus ojos. Quise preguntarte que te pasaba, en que podía ayudarte. Mas un huracanado bloqueo me impidió decir palabra. A lo mejor tu no sabes que esa temible cascada se transmite con mucha facilidad creando estragos en el ser humano. Yo también viví en primera persona una brutal cascada huracanada, y, sencillamente no pude estar ahí. lado.
ResponderEliminar