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viernes, 27 de septiembre de 2013

¡Qué las cenizas no sean tu llanto, sino tu luz!


    ¡Cuántas veces un adiós inesperado sorprendió a un alma!
        Nos hizo vagar de un lado a otro. Cual tiempo sin fronteras...
            Mas las cenizas del que nos dijo adiós, han de ser un ejemplo de superación, de paz, sosiego, de luz eterna en nuestro caminar por el mundo.
     Qué esas cenizas que parten, que se marchan de nuestro lado... nos hagan sentir que la despedida emocional nunca se irá del todo. 
         Nos quedamos con lo positivo. Aquello que nos hizo grandes junto a esas personas. Aquello que permanece. Sí, pero no en forma de yaga, sino en forma de cura, de alzar el vuelo. Un poco por ellos, un mucho por nosotros/as.
        Las despedidas suelen ser dolorosas. Todos nos hemos despedido de alguien en algún tramo de nuestro camino vida. Que la fortaleza sea el motor que active nuestra persona. Que los recuerdos sean vitalizantes, regeneradores, fuentes de ilusión, ánimo, camino, vida...
       
        Que la vida vuelva a fluir como antaño. Que tu experiencia allane mis caminos. Ilumine las sendas de mi ser, de mi alma, que en algún momento quedó rota por el dolor, por esa temible ausencia.

         Seamos personas que sepan decir adiós, hasta pronto, cuenta conmigo...
    Gracias por habernos conocido. Ayudado en multitud de momentos, circunstancias de auténtica necesidad.
     Gracias por haber estado ahí en infinidad de carencias.
            Gracias por haberte conocido.

   M.Mercedes Rodríguez Perera

2 comentarios:

  1. Yo entiendo que la despedida de un ser querido puede ser super dolorosa y traumatica. El primer impacto puede ser de desesperación, de un acabarse el mundo, de yagas dolorosas... Pero esa fuerza interior...si la trabajas, positivamente, estará ahí. Indicándote el camino para que seas feliz. Para que asumas tu camino. La muerte es una etapa... continuar es vivir.

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  2. Hay personas que piensan nunca han de morir. De ahí no se escapa ni el rosario aurórico. No se ha de vivir pensando en la muerte. La vida está ahí, a tu lado, cerca de ti... dale tu mano, auna vuestras fuerzas, cautiva la vida, mueve vida, transmítela, llenánte de lo que te haga feliz... mas los muertos que entierren a sus muertos...

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