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miércoles, 10 de abril de 2013

Ahí vienen los chismosos-as de turno


_Buscando huecos de fácil accesibilidad y mayor provecho de visión.
_Con afiladas miradas que cortan la respiración y llegan a bloquear un alma.
_Con una suspicacia alarmante.
   _Noveleriando mas allá del infinito.
_Buscando terrenos áridos para convertirlos, con su abono particular en un terreno de excelente cultivo.
_Disimulando con la escoba, con el abanico, con el material de oficina, cuchicheando entre ellos-as.
_A veces, cuando son descubiertos por sus víctimas, pueden recibir aluviones de palabras nada gratas, como que retumban en los oídos.
_Pero, bah, están curados-as de espanto. Son los guerreros del chisme barato. Ni saben donde empezó la verdad o cuando se extendió a una fiesta de disfraces.
_Te preguntarás donde puedes encontrarlos-as
_¡Oh, pues casi en cualquier parte!
_¡Su publicidad es gratuita!
_Arbitran partidos donde el que mejor parado está pues queda a ras del suelo, quizás también un penaltis.
_Los comentarios ante los penaltis casi como que no tienen nombre ante el grado de publicidad gratuita que se le dedica.
_Sin comentarios ante el chivateo por que... como te agarren, pues esfuerzos y mucho ahínco has de tener para ganarte su benevolencia y soltarte casi a regañadienta.
 _Bueno, algo es algo...menos es nada.

       M.Mercedes Rodríguez Perera

1 comentario:

  1. El chismorreo puede resultar gracioso, atrevido, divertido... excepto cuando eres tú la víctima de los comentarios. Tu vida puede ser un mar de sinsabores. Nunca sabemos el daño que hacemos a terceras personas excepto... cuando probamos el amargor cruel y hasta torturador de todos los chismes vertidos hacia nosotros o personas queridas.

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