Dicen que la libertad anda mas que mosqueada.
Ya casi ni se asoma a su balcón preferido.
¡Con lo que ella disfrutada de sus paisajes, sus momentos meditativos, su curiosidad insaciable.
Pero... tampoco vamos a decirle a la libertad que se recueste en el sofá y le entre una depresión de caballo.
Así pues, la libertad, que de tonta no tiene ni el mal tiempo que a veces padece, pues ha decidido ponerse sus gafas de sol y su gorra de visera y ale a salir de casa y a ventilarse en el mundo.
Un poco avergonzada si que estaba la libertad cuando vio en mas de una ocasión que las personas no se respetaban, que los niños-as crecían con un libertinaje y una poca ética personal y social que le partía, a la señora libertad, el alma en mil pedazos.
Qué podemos esperar de unos niños carentes de valores, respeto, identidad propia!... Con que delicadeza, atención, sensibilidad se tratará a las personas mayores, a los enfermos... si el egoísmo surge de tu misma insatisfacción personal, de tu olvido de ti mismo... ¿eres feliz? -se preguntó así misma-
Luego observó a una familia que jugaba sin importar su edad, que reía, que compartía los momentos buenos y malos, lo poco o mucho de su necesidad.
Entendió la señora libertad que el aire en aquellos momentos era mas que respirable. Que la alegría era capaz de traspasar el ámbito familiar... se sintió feliz y pensó: si que vale la pena ser caminante, ser viajante de mundos diferentes. Sí, la señora libertad sintió que salió de su casa con las manos vacías, pero que regresaba con un corazón radiante y una sonrisa alimento. ¡Por que las sonrisas son verdaderas terapias para el alma-corazón!
Al llegar a su casa respiró tranquila. Abrió su balcón y entendió que el que busca encuentra. Claro que, siempre con una aptitud sencilla, de respeto, para nada con aires de superioridad. Y la naturaleza, que de sabia entiende mucho, te regalará lo mejor de ella misma.
Sé feliz, no olvides que alguien te lo comento.
¿Has descubierto donde está el secreto de la felicidad?
¡Seguro que la has visto pasar ante ti multitud de veces! ¿O, tal vez no?
¡ Piensatelo, merece la pena!
M.Mercedes Rodríguez Perera
A veces lo tenemos aparentemente todo. Y encuentras a alguien por casualidad, y crees que puedes comprar su persona, su alegría, su no preocupación, la felicidad que respira y manifiesta. Oh, pero si le regalo todo y mas. Mas en ese mas no había cabida a que una paz interior, una ilusión, una carcajada, una ligereza en cuerpo y alma... no todos lo venden, ni todos-as lo compran.
ResponderEliminarLa libertad se puede simbolizar como un caballo salvaje, pura sangre. Donde puedas estar midiendo tus pasos, tu forma de domarlo, de igualarte a él, a ella. Lo vez difícil, muy difícil, casi un imposible. Trabajas tu cercanía, tu comunicación intrínseca y... cuando, después de muchísimo esfuerzo personal, te das la vuelta,observas que... cabalga junto a ti, a tu vera, en tu mismo espacio. ¡Que cosas tiene la vida! Solo podemos hablar de un imposible cuando nosotros-as lo damos por imposible.
ResponderEliminarLa libertad y su aparente espejo la señora libertinaje. La libertad educa, transforma al ser humano para que se sienta feliz,educado. libertinaje te pone orejones para que no veas ni un mínimo espacio. El libertinaje te comenta que la libertad es una señora chapada a la antigua, que te traerá grandes problemas. La libertad ríe abiertamente, llora sus penas. Se levanta siempre aunque necesite la ayuda de personas que entienden la libertad como camino-vida.
ResponderEliminarMuchas veces se ha caminado a dos aguas entre el concepto personal de libertad y, tal vez, uno mas generalizado. Una libertad mal entendida, mal encauzada... destruye a la persona y a la sociedad, sin que ésta se percate de ello. Una libertad bien entendida incluye el respeto, la sensibilidad, la opción a la hora de opinar, manifestarse. Soy libre cuando respeto, cuando me considero capaz de poner límites y hacer valorar mi persona en su conjunto.
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