Translate

miércoles, 3 de abril de 2013

El hambre que no veo y la sed que no sacio

-Dicen que el egoísmo es un caldo de cultivo que no sacia... que da mucha sed.
     -A veces en la necesidad de cubrir todo tipo de necesidades (verdaderas, fabricadas) nos perdemos a nosotros mismos. Nos olvidamos que tenemos un yo interior que necesita, verdaderamente, ser descubierto, alimentado, tenido en cuenta.
       -A veces nos olvidamos incluso de nuestra propia familia... sin saber el cómo y el por qué naufragamos en un alimento que se nos escapó de las manos y olvidamos donde encontrarle.
           -Se puede tener todo desde un ámbito material y tener la sensación de vacío, de incomodidad, de ganas de alzar el vuelo sin saber del todo que estás buscando, que dirección tomar o si, tal vez, no equivocarás la ruta.
             -Sin embargo, siendo pobres, (por poner un ejemplo) y, quizás de forma innata, nos ponemos una sonrisa en nuestra cara y una mochila en el corazón (se supone no tienes nada que perder).

                -Lealtad a la vida que es parte y esencia de nosotros-as mismos.
                  -Lealtad a unos principios que casi... casi como que les teníamos en el olvido...

        -Sé que es difícil abandonarlo todo e ir a la buena y ventura a ver que te satisface. ¡Quien tuvo la osadía de abrir tu mente y tu corazón haciéndote, quizás, pasar un hambre insaciable!...
         -Es muy difícil, cuando tu situación sobrepasa los límites de la supervivencia, pues verlo todo maravilloso y tapar esa realidad que padeces, pues con una manta vieja.

          -La insatisfacción llama a  nuestra puerta en multitud de ocasiones.
             -Unas veces abrimos dicha puerta, en otras ocasiones, la puerta la dejamos cerrada... quizás, a veces, tocar en la puerta de tu casa o en la de tu corazón- sensibilidad pueda ser una respuesta a cuestiones que emergen de tu persona y que hubieras preferido permanecieran en un baúl bien, pero que bien escondido... sin intrusos que despiertan nuestra hambre y sed de muchísimas cosas de las cuales no eras consciente.

                    -El equilibrio es algo personal y relativo... pero a veces, es a través de otras personas, donde somos capaces de descubrirnos a  nosotros mismos.

                      -La vida es un vaivén de mareas. Algunas en equilibrio. Otras en continua búsqueda sin ser conscientes de que es lo que se está buscando...

       -Quizás el riesgo pueda ser una forma de entrar en tu camino... la vida nos pone pruebas super difíciles.                       -Claro que, cuando conseguimos nuestras metas, nuestros frustrados horizontes... podamos darnos cuenta que no había tanto riesgo, ni tampoco era tan complicado... dicen que, a veces, la vida se mueve por puros espejismos.
        -Una vez conseguido nuestros objetivos podemos sentir una gran satisfacción personal que se manifiesta  de forma interior y exterior en toda nuestra persona. Sentimos que el esfuerzo ha merecido la pena y nos ponemos unas notas muy altas, por cierto, bien merecidas.

  -¡Y tú que lo digas!

        M.Mercedes Rodríguez Perera

   

2 comentarios:

  1. Hambre y sed de centrarnos, de no vivir alocados. De conocer personas que nos aporten principios necesarios para que nuestra estructura físico-emocional pueda crecer salvando, por lo menos, los contratiempos mas importantes. Luz cuando abro mis ojos al mundo y entiendo que no estoy sola en tal cometido. Cuando no has ganado la partida del todo, y sabes que las partidas no se ganan del todo solo.

    ResponderEliminar
  2. Tengo hambre y sed personal cuando mis esquemas mentales empiezan a tambalearse por nuevas experiencias aprendidas. Cuando descubro que soy vulnerable. Cuando la soledad asfixiante gobierna mi vida. Cuando el despertar no es tan placenteros y no dejo de hacer puzzle para encontrar la respuesta adecuada. Cuando él, ella... ya no está presente y no había sido consciente de lo necesario que me era dicha relación. Tengo sed cuando te miro y tú me ignoras.

    ResponderEliminar