Cárcel sin rejas...
donde se intenta abrir uno o varios caminos.
donde se aspira a respirar un aire no-contaminante.
donde pocos lenguajes se entienden...
donde la comunicación es bastante selectiva.
Donde hay un altavoz que pocos utilizan... mas bien está de adorno.
-¡De adorno!
-¡Pues sí, de adorno!
Caprichos, tal vez, de la naturaleza humana. No siempre consciente de sus actos.
Cuántas veces no creamos una cárcel en nuestra vida, en nuestro mundo. Sí, quizás cuando renunciamos a nuestros principios, a nuestra ética, a nuestro sentido de la prioridad. Lo peor no es la cárcel interior que podamos estar viviendo. Quizás lo más difícil de entender es ser conscientes que hemos vivido o vivimos encarcelados y nos sentimos en plena libertad. ¡Oh!
ResponderEliminarTal vez piensas que puedes comprar tu libertad. La libertad ni se compra ni se vende. Se conquista en el día a día. Se alimenta en el trabajo diario, unas veces es personal y otras social. Cuando sientes que una ráfaga de aire llega a tu alma, puedes pensar que la libertad te ha hecho una visita. La cárcel personal o social consiste en, a parte de estar privado de libertad, pues sentir que el alma se te hace pequeña, la vida se te escapa, y emocionalmente estás en números rojos. Perder la libertad se paga muy caro...
ResponderEliminarCárcel con rejas cuando, por ser mujer, estás extra limitada. Sí, aunque me pongan un amanecer en mi ventana, y me canten una nana para acallar mi voz. Cárcel sin rejas cuando la maldad de ciertas personas provocan en ti un daño emocional grave, y la respuesta de los que agreden consiste en un sin fin de carcajadas. Parece ser que vienen de un planeta no identificado. ¡Abrase visto!...
ResponderEliminar