La pinza.

  Esta pinza la he dibujado para que se acomode en mi vida en momentos de auténtica necesidad imperiosa.
    Hay veces en los cuales imagino tener en dicha pinza algunos pensamientos la mar de agradables, claro que, la señora pinza da la impresión de querer gobernarse sola . Parece volar por cuenta propia haciendo que su cometido sea un caos de todo tipo(bueno, a lo mejor el caos es mío por volverme algo comodona).
     Procuro sujetar con pinzas los despertares mas divertidos y los mas calmosos. A veces he de autoafirmarme en mi agenda personal, por que como ande poniendo pinzas por todos lados, pues yo seré la única pinza en mis momentos, enredos mas diversos, en mis juegos de azar...

    ¡Bah!, que si soy olvidadiza y no preveo otra táctica ante mi situación, pues creo que las pinzas que pueda tener, combinarán muy bien con algún espacio en el cual sean protagonistas, ellas mismas, de su propia dedicación situacional.

       ¡Cuántas veces he buscado orden en mi vida!
           Orden en mi espacio interior y en un amplio abanico de exteriores.
              He llegado a liarme de tal manera que un par de pinzas informatizadas no me hubiera venido del todo mal.
                 Pero como cumplir años te puede llevar a madurar y coger las pinzas antes de tiempo, yo he decidido mantener la calma, que bastante que me cuesta en ocasiones. Me río muchísimo de mi misma. Procuro no subirme por encima de mi espacio personal. Saber, mas o menos, con que personas cuento en mi vida. Por supuesto, mi vida es importante, mi paz interior también, los subidones, en algunos momentos, pues también me agradan muchísimo. Sí, ya que, me estabilizo con gran facilidad.

        En fin, que la vida es para vivir-la,  sentirla, disfrutarla, apasiguarla con astucia, y dejar que el caballo desbocado encuentre su rumbo. Sí, en total libertad y en una búsqueda constante de su equilibrio.

        A veces hay que dejar que la bola de fuego(bola que va creciendo cuando la situación es incómoda, difícil, complicada) siga su rumbo. Si manejamos nuestras habilidades y nuestro saber estar, el recorrido ni es tan largo, ni tan difícil. ¡Suerte!

   M.Mercedes Rodríguez Perera