Una identidad que me conoce, que descubre datos a cerca de mi persona con una cierta destreza.
Una identidad que me diferencia de la tuya. Sin demasiados escrúpulos.
Pero luego está...
Mi identidad propia...
Aquella que descubro en el día a día.
La que me hace llorar de alegría o casi me desploma ante un inminente contratiempo. Cuando los papeles están fuera de lugar o no son del todo correctos.
Una razón que le cuesta mantenerse en el mástil de la bandera mas grande del mundo. Aquella que ondea a su aire, con modales propias, sin prisas, sin pausas motivadas.
Pero yo, moldeo mi alma, aprendo de mis sentimientos, de mis conductas, de experiencias propias y ajenas. A veces, naufrago en mis conflictos, coqueteo con mi mundo algo absorta.
Descubro mi mirada, la tuya, la de muchos andantes por la vida. Y mi esencia personal ya no está sola, por lo que doy mil gracias a toda una vida aun en descubrimiento...
M.Mercedes Rodríguez Perera
¡Cuántas veces nos cuesta sentir nuestra identidad!. A veces puede resultar difícil acomodarse a ella. Te puedes sentir distinto al mundo. Puedes sentir la necesidad de surcar otros aires, navegar en mil mares. No tienes claro que es lo que te hace dudar, interrogarte mil cosas. ¿Qué buscas?No lo sabes. Tal vez olvidaste. Quizás te olvidaron...
ResponderEliminarNos cuesta creer que una de las mejores formas de descubrir nuestra personalidad,pues es a través de otras personas. Cada una de ellas observa una forma de ser que nos caracteriza. ¡Ojo, bien! Pero no olvides que las riendas de tu vida, pues tu has de llevarla. Siendo receptivo a la gente objetiva, que te quiere. Busca, también respuestas, en tu interior. Es una excelente enciclopedia. Tu vida has de manejar la tú. Ojo como conduces.
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