Translate

martes, 14 de mayo de 2013

¡Uy, con ese barquito un tanto despistada!

  _Hay un barquito velero que está ronroneando fuera de horas.
    _Mira un tanto despistado, también se le nota su angustiada calma.
_Sí, a la mar yo me he de ir para no dar mas de dos brazadas.
    _Y la mar muy tempranera, y salerosa, ha de reírse de mí.
_Pues como que yo no quiero que ese guiso me alimente...
    _¡Que vaya a rondar a otros niños!
        _ ¡Que siga durmiendo con nanas, que a mí no me conquista con vaivenes espaciados!
_¡Vaya si sigo sus pasos! ¡Vaya si dejo a mi aurora!
     _¡Yo también sé ronronear y espabilarme a mis horas!

             M.Mercedes Rodríguez Perera
   

2 comentarios:

  1. Quizás en algunos momentos nos hallamos sentido despistados, fuera de lugar, como este barquito, zarandeando nuestras ilusiones, nuestras fragancias. Pero al igual que el barquito hemos de orientarnos y decidir nuestro rumbo, nuestros andares, dejando de ser marioneta al viento. Encontrándonos a nosotros mismos y ser alguien, en lugar de algo. Sí, tal vez.

    ResponderEliminar
  2. Quizás este comentario hable un tanto de la desconfianza que, a veces tenemos hacia alguien. Intentamos buscar ayuda, mas la inquietud de sentirnos con necesidad de buscar acogida... pues pueda tocar nuestro yo todo- terreno, y no ver nuestra persona como un ser en relación, lo cual nos permite crecer y caminar con paso firme en nuestro sendero- vida. Rehuir de la ayuda, de la confianza en los otros es huir de la posibilidad de obtener respuestas acertadas y necesarias en nuestro deambular feliz.

    ResponderEliminar