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viernes, 30 de agosto de 2013

Meditando tu comprensión


   Meditando tu comprensión
      Meditando un perdón que nunca llega.
      Deshaciéndome de palabras heridas, comentarios un tanto sangrientos.
 Buscando el perdón...
      Con apariencias de perder una batalla. Aunque entiendo que a veces, es sumamente difícil perdonar. Pero cuando el gesto es auténtico, pues verdaderamente, ambas partes son realmente ganadores.
       Con ilusiones clavadas en mil estrellas.
    Acurrucando los recuerdos divertidos, simples, llanos... a veces, herméticos. En algunos momentos difíciles de digerir, de hacerlos nuestros. De ser justos, atento a la realidad actual.Sí, al momento presente.
    Aquellas divertidas estaciones que un día se fueron y ni las campanas solitarias de nuestro barrio fueron capaces de dar le la vida. De indicar el trayecto mas corto para volver a casa. Sí, aunque esta casa se encontrara a miles de leguas de aquí. Del perenne sitio que parece no inmutarse ante nada. Parece resignarse al latido impropio de cada día, cada momento inverosímil, existencial en grado sumo...

      La vida continua y yo he empezado hacer mis deberes. Mis hojas de cálculo, mis dibujos abstractos de los que tan orgullosa me siento y tanto me arropan. Mi lenguaje tan particular donde parece ser que invento una palabra casi en la lejanía de un océano.

     A veces detienes tu búsqueda. Piensas que no tiene su objetivo ni principio ni final. Cuando tiras la toalla, sin saber exactamente el por qué, pues... sientes casi de forma instintiva que... alguien ha recogido tu toalla y camina junto a ti. Bueno, tal vez se trate de bastantes personas las que se encuentran junto a mí. Junto a otras muchas personas en mi situación.Es entonces cuando sientes que realmente tu camino empieza a tener sentido, fuerza, razón de ser... Claro que algo muy importante ha tenido que ocurrir antes: Es muy importante que te des a conocer, sin tapujos, sin disfraces. A veces, si quieres que te ayuden has de ser tu mismo. Presentarte tal y como eres, con la mayor naturalidad y sencillez del mundo... Para mí el hecho de no estar sola, de ser comprendida a pesar del tiempo de aislamiento personal que he tenido en mi vida. Entender que no camino sola, que puedo apoyarme en algunas personas.... si te soy realmente sincera, todo Esto es para mí una auténtica lotería. Una lotería que yo celebraría con todos los honores y con el respeto y gratitud de todas aquellas personas que siempre han querido estar junto a mí.

     ¡Muchísimas gracias!

     M.Mercedes Rodríguez Perera

2 comentarios:

  1. Perdonar es, a veces, muy difícil. Otras, una auténtica necesidad. Puesto que, todos nos equivocamos en multitud de ocasiones. Yo no me prodigo en perdonar cual caramelos en una fiesta infantil. Tal vez.... porque se me ha hecho muchísimo daño. De todas formas a la persona no hay que juzgarla por un acto puntual. Yo miraría a la persona desde su conjunto personal... el tiempo habla por sí solo.

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  2. Comprender puede ser francamente difícil. Sobre todo cuando se estipulan unos márgenes y dichos márgenes se rompen. Mas la vida nos condiciona a todos. Hemos de ser flexibles si queremos convivir de forma saludable. Yo no puedo condicionar a las personas que quiero, por que probablemente ellos/as no pueden eludir ciertas responsabilidades. La comprensión es importante y necesaria, sobre todo si la calidad y autenticidad de dichas personas bien merecen la pena... a veces olvidamos ser comprensivos.

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