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domingo, 14 de junio de 2015

Aquél globo que se me escapó de las manos


  Le deseé lo mejor. Sí, que conquistara nuevos mundos, nuevas ilusiones, proyectos de vida...
  Le regalé un beso y mi mirada. Intuitivamente, le pregunté si realmente era libre, si era dueño de sus sueños, de su forma de estar en el mundo. O quizás si tenía alguna que otra atadura en su cuerpo, en su alma, en su espíritu envolvente. Me contestó, imaginativamente, que la gente, en ocasiones, habla demasiado. Causando un gran dolor, muchas veces de forma inconsciente, hacia otroas personas. No se suelen medir ni las consecuencias, ni las formas.¡Oh!... Me contó, imaginativamente, que en ocasiones huir de una soledad interior puede hacer que tu persona hable incluso por todos los poros de su piel. La soledad forma parte de la naturaleza mas innata del ser vivo. Aprender, en determinados momentos a contactar con una soledad saludable es francamente un medicina excepcional para la salud. Si aprendes a convivir, a conocer de cerca tus momentos menos favorables... quizás los mas incómodos, pues tendrás muchísimas partidas ganadas en tu propio terreno. La soledad es bien buena para situarnos, posicionarnos en nuestra propia persona y, por supuesto, ante el mundo. La soledad hace que te descubras ante un millón de gente, a veces ello es toda una necesidad. ¡Ojito con la gente con la cual te descubres!
     La soledad puede ser todo un remanso de paz.
     La soledad es, o puede ser, una balanza de equilibrio muy estable.
Quién descubre su propia soledad y le saca partido a dichos momenetos, podemos decir que tiene un gran tesoro.

       Mas los momentos de soledad no están para quedar enclaustrados en sí mismos. Hay que compartir ese trabajo realizado en momentos de auténtica y necesaria soledad. Su ceda el paso debe ser respetado. Aunque... de vez en cuando alguién se salta todo tipo de normas.¡Oh, pero qué me dices! Quizás en ocasiones saltar todo tipo de normas sea una actitud de supervivencica, de auténtica necesidad que en ocasiones no se entiende del todo.¡Oh, pero qué me dices!

     M.Mercedes Rodríguez Perera

2 comentarios:

  1. Un globo de color para pedir quizás a un dios imaginario muy particular que ponga orden en situaciones caóticas y alarmantes. Un globo de color para que te fijes en mí y compartamos multitud de momentos. Un globo de color para que los niños tengan sueños bonitos y no dejen de tener relaciones saludables con otros niños y con las personas adultas. Un globo de colores por los sentimientos a flor de piel y los proyectos necesarios, urgentes .... pues que lleguen a buen puerto. ¡Un globo de colores, también para ti, puesto que te lo mereces!...

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  2. Hay muchísimas personas que tienen un terror casi innato a la soledad. Como si la señora soledad fuera a devorar sus vidas. Cuanto mas huyen de la soledad, parece ser que ésta, les pisa los talones. Una soledad bien canalizada, buscada en ocasiones, puede ser todo un remanso de paz, de integración con el mundo y con nosotros mismos. Incluso te puede dar las respuestas a inquietudes inminentes. ¡Suerte!

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