Al encuentro con la luna

  Sí a contarle cosas de mis adentros. Mis cambios de humor a veces incomprensibles, mis miedos, mi soledad a destiempo... para contarle mi verdad particular, aquella que tanto me cuesta asimilar mas es toda una necesidad aprender a vivir con ella, a conocerla, a invitarla a casa y a despedirla con honores para que se vaya con un muy buen sabor de boca (en fin, cosas mías).

  Y en la oscuridad de la noche yo busco a la luna. Un encuentro cercano, casual... un encuentro conmigo misma, con una forma particular de confesarme ante ella. Un encuentro con ella de tú a tú. Sí, sin que nadie nos moleste, donde el espectador descansa.

  Yo hablo,imaginativamente, a la luna de tú a tú. Como si ambas fuésemos amigas desde la eternidad. Como si en algunos momentos compartiéramos casi la misma aura. Pero la oscuridad me identifica, refugio de mis momentos mas incomprensibles. La luna,imaginativamente, me invita a pensar, a meditar en calma, a calmar mi dolor ante injusticias aberrantes. En la oscuridad del mundo hay tiempo para reflexionar, para echar una mano si ello fuera posible, para volver a confiar en otras personas sin el prejuicio de que volverán hacerte daño, a cavar tu propia tumba ante su presencia humillante y hasta déspota. (pues eso sí que no).

  Me cuesta respirar, no estoy acostumbrada a desnudar tanto mi alma ante nadie. Menos aun ante todo un universo que parece ser pura contemplación.¡caramba, que ha pasado!La paz llega a mi vida por momentos. Siento que la luna,imaginativamente, se acomoda en mi interior, que me escucha, que entiende mi lenguaje un tanto atravesado. La noche es oscura mas la luna me invita a la confianza, al respeto, al descanso interior-exterior. No tiene en cuenta mis prejuicios, ni mi mal humor. Siento, imaginativamente,que en aquellos precisos instantes nadie puede entenderme como ella. También la busqué cuando era muy pequeña y sentía que vivía en un infierno de carne y hueso... la luna  siempre lleno mi vida de gran ternura  y satisfacción. Por eso yo, imaginativamente, quiero rendir un homenaje a la luna y a todo su universo. Sí, por calmar muchos momentos de angustia, de incomprensión y hasta de incredulidad.

    Sabes, mi vida, mi situación personal pues no va a cambiar por que yo hable, imaginativamente con la luna, pero me encanta la noche y su presencia. Siento que vela por mi persona, por mis dulces sueños y eso me parece genial. A los problemas hay que saberlos llevar, encauzar, no hacer un terremoto de su esencia mas particular, aunque sean super  fuertes. Es importante familiarizarse con ellos de forma positiva para que ellos solitos vayan cogiendo la puerta hacia otros lugares inhóspitos. Vivir no es fácil. Sobrevivir es aún mas difícil. Pero si no seguimos apostando por las personas cercanas a nosotros, de buen corazón y dispuestas a echarnos una mano ante la neceidad... si no lo hacemos la vida será un lugar hostil, en lugar de presentarse como bonitos y bellos amaneceres. ¡Gracias por estar ahí!

        M.Mercedes Rodríguez Perera