-Dicen que el egoísmo es un caldo de cultivo que no sacia... que da mucha sed.
-A veces en la necesidad de cubrir todo tipo de necesidades (verdaderas, fabricadas) nos perdemos a nosotros mismos. Nos olvidamos que tenemos un yo interior que necesita, verdaderamente, ser descubierto, alimentado, tenido en cuenta.
-A veces nos olvidamos incluso de nuestra propia familia... sin saber el cómo y el por qué naufragamos en un alimento que se nos escapó de las manos y olvidamos donde encontrarle.
-Se puede tener todo desde un ámbito material y tener la sensación de vacío, de incomodidad, de ganas de alzar el vuelo sin saber del todo que estás buscando, que dirección tomar o si, tal vez, no equivocarás la ruta.
-Sin embargo, siendo pobres, (por poner un ejemplo) y, quizás de forma innata, nos ponemos una sonrisa en nuestra cara y una mochila en el corazón (se supone no tienes nada que perder).
-Lealtad a la vida que es parte y esencia de nosotros-as mismos.
-Lealtad a unos principios que casi... casi como que les teníamos en el olvido...
-Sé que es difícil abandonarlo todo e ir a la buena y ventura a ver que te satisface. ¡Quien tuvo la osadía de abrir tu mente y tu corazón haciéndote, quizás, pasar un hambre insaciable!...
-Es muy difícil, cuando tu situación sobrepasa los límites de la supervivencia, pues verlo todo maravilloso y tapar esa realidad que padeces, pues con una manta vieja.
-La insatisfacción llama a nuestra puerta en multitud de ocasiones.
-Unas veces abrimos dicha puerta, en otras ocasiones, la puerta la dejamos cerrada... quizás, a veces, tocar en la puerta de tu casa o en la de tu corazón- sensibilidad pueda ser una respuesta a cuestiones que emergen de tu persona y que hubieras preferido permanecieran en un baúl bien, pero que bien escondido... sin intrusos que despiertan nuestra hambre y sed de muchísimas cosas de las cuales no eras consciente.
-El equilibrio es algo personal y relativo... pero a veces, es a través de otras personas, donde somos capaces de descubrirnos a nosotros mismos.
-La vida es un vaivén de mareas. Algunas en equilibrio. Otras en continua búsqueda sin ser conscientes de que es lo que se está buscando...
-Quizás el riesgo pueda ser una forma de entrar en tu camino... la vida nos pone pruebas super difíciles. -Claro que, cuando conseguimos nuestras metas, nuestros frustrados horizontes... podamos darnos cuenta que no había tanto riesgo, ni tampoco era tan complicado... dicen que, a veces, la vida se mueve por puros espejismos.
-Una vez conseguido nuestros objetivos podemos sentir una gran satisfacción personal que se manifiesta de forma interior y exterior en toda nuestra persona. Sentimos que el esfuerzo ha merecido la pena y nos ponemos unas notas muy altas, por cierto, bien merecidas.
-¡Y tú que lo digas!
M.Mercedes Rodríguez Perera
Hambre y sed de centrarnos, de no vivir alocados. De conocer personas que nos aporten principios necesarios para que nuestra estructura físico-emocional pueda crecer salvando, por lo menos, los contratiempos mas importantes. Luz cuando abro mis ojos al mundo y entiendo que no estoy sola en tal cometido. Cuando no has ganado la partida del todo, y sabes que las partidas no se ganan del todo solo.
ResponderEliminarTengo hambre y sed personal cuando mis esquemas mentales empiezan a tambalearse por nuevas experiencias aprendidas. Cuando descubro que soy vulnerable. Cuando la soledad asfixiante gobierna mi vida. Cuando el despertar no es tan placenteros y no dejo de hacer puzzle para encontrar la respuesta adecuada. Cuando él, ella... ya no está presente y no había sido consciente de lo necesario que me era dicha relación. Tengo sed cuando te miro y tú me ignoras.
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