Comodines para suavizar contratiempos.
Caminos rutinarios donde siempre se descubre algo nuevo... algo antiguo, algo prestado, algo en desuso... donde muchos momentos permanecen a la espera. Al resurgir de una ilusión, de un sentimiento, de una esperanza limitada... si, el famoso tiempo que hace y deshace sin ser casi conscientes de ello, pues nuestro tiempo mas vital, mas agradable, mas dulzón.
El silencio de una noche. Indicativo, quizás, de algunos momentos de paz. También de torturas que quizás llegan a nuestras vidas en momentos inesperados.
Mas a veces el silencio nos hace hacer frente a nuestro yo mas íntimo. Nos invita a encararnos con la realidad más próxima y, de vez en cuando, menos conocida. ¡Sí, cosas que pasan!
Comodines para jugar a cuerpo de rey. Para reír, soñar ante todo un firmamento del cual podemos sentirnos invitados.
A mí, no me agradan demasiado los comodines. Puesto que, puedo jugar aparentemente con el tiempo. Y a veces.. hasta me permito un cierto márgen de error. ¡En fin, cosas mías!
Mas también te digo que benditos comodines ante situaciones dudosas. Quizás no del todo esclarecidas. Y la vida continúa siendo ello puntos importantes a mi favor.Mas a veces se me escapa del sentimiento, casi sin pensarlo, pues un... ¡Bendita vida!
M.Mercedes Rodríguez Perera
¡Cuántas veces no nos hemos alegrado ante la existencia en nuestro poder de un comodín!... que nos permita pasar desapercibido ante ciertos acontecimientos. Que nos permitan avanzar unos cuantos metros mas sin la amenaza, que a veces surge, ante la penalización. No es grato que la penalización llegue a nuestras vidas, a nuestros adentros, a nuestros momentos un tanto privados. Mas no siempre es bueno tener comodines. Es importante aprender a jugar nuestras propias cartas y hacerlo asumiendo retos. Sí, aciertos y errores. Teniendo en cuenta que somos partícipes de nuestros momentos.... la vida continúa y lo hace con una mayor fortaleza.
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