¡Oh, mis pequeñas navidades!

  Navidad de encuentros¡Ojo, que sean encuentros verdaderos, auténticos, llenos de vida y color!

       Navidad de personas significativas que ya no están entren nosotros, mas nos dejaron un legado personal, emocional, afectivo... que puede ser casi millonario.

   Navidad que yo trato de encuadrar en una cena navideña para tres: mis abuelos y yo. ¡Oh, super guay,

Mercedes!. Recordándoles actualmente, con una alegría infinita. Por todo lo que ellos, y personas como ellos han conseguido en cuanto a su actitud ante la vida, pues supieron sembrar y cultivar en mí, lo mejor de sí mismos. Haciendo de mí una persona agradecida, aceptando mi situación personal, y sobrellevándola con gran dignidad. Con ilusión, alegría, libertad, esperanza. El recuerdo que siento hacia mis abuelos y personas ya no presentes en esta vida, pues me ha hecho valorar las cosas que hoy por hoy tengo. También las que puedo llegar a tener. Con una actitud hacia todos ellos de gratitud y alegría infinitas. ¡Os estoy eternamente agradecida! De alguna manera seguís junto a mí, en mi trayecto vida, de forma muy positiva. Nunca con una añoranza negativa de no dejarte arrancar. ¡Mil gracias!

     Atravesar o incluso decir adiós a ciertos infiernos infinitos puede se muy duro. A veces, es preciso salir de dicho infierno, despegar aunque no sepas la dirección que vas a tomar. Eso es mejor que quedar atrapados en un agujero negro. Si tienes fe en ti mismo. Si amas la vida... pues aunque no conozcas del todo la trayectoria, tu confianza hará que vayas a parar a buen puerto. Quizás no todo está por hacer, mas tu colaboración es super importante par salir adelante. Y olvidar, de una vez por todas, aquella parte oscura que casi te atrapa en un infierno brutal. ¡No se lo permitas!¡Tu puedes salir adelante! ¡Muchos otros, también lo han hecho!...

         A veces, aun sabiendo que el contenido navideño ha cambiado mucho... pues yo me quedo con un niño-a que nace, (espíritu navideño), con sus ganas enormes de cambiar positivamente el mundo. El niño de la ilusión, de las travesuras, de las preguntas infinitas, de su sonrisa, de su curiosidad...¿Se necesita mucho mas para cambiar el mundo?

        Intento, de alguna manera, repasar mi mundo interior. Mi casa un tanto particular, para que, si por mí fuera, no muera jamás el espíritu navideño- vida, ilusión, conquista, esperanza en un mundo mejor, mas habitable, mas cómodo...

      Me quedo, ante todo, con un niño-a que nace para cambiar positivamente nuestro mundo interior-exterior. Aún a sabiendas que esos niños nos necesitan para realizar todos estos proyectos- vida. ¡Ayudemos a las generaciones venideras a construir un mundo mas habitable, de ilusiones, de sueños felices!... Ellos necesitan un poco de nosotros para hacer un mundo mas feliz.

       M.Mercedes Rodríguez Perera