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viernes, 5 de diciembre de 2014

La distancia de una vida


  La distancia de una vida...
     La distancia en tu mirada...
La agudeza en los caminos... la dulzura en una espera en busca de su equilibrio.
   Equilibrio que sorprende ante multitud de momentos, circunstancias ajenas, quizás a ella misma.
Una ruta que se empieza casi sin saber por qué. Mas lo que queda atrás quizás sea  lo que debió quedar.
    No juzguemos las miradas, que a veces se rompen tras un abrazo.
A veces deambulan sin saber lo que buscan, lo que necesitan, y cuales son sus percances.
   Quizás tu no te lo creas, mas  me agarré a la distancia. Los momentos se allanaron cuando el camino divisó tu presencia. Alguién quizás en tu misma ruta... alguién quizás no conocido, mas puede que esté ahí, en tu punto de mira.
    Y el timón de  aquella andadura arribó mar adentro. Me despertó la inquietud. ¡Oh, navegaba mar a dentro! Sintiéndose, cosas de la vida, como águila en el cielo. Surcando los aires y amansando al viento.
    Agarrándose a todo un horizonte que nunca se despidió del todo. Y me acordé del recorrido a distancia.¡Quién lo diría, cosas de una vida! Un gracias inmenso a la curiosidad de todo un aparente imperio.
     Mas cuando descubrí la vida...
          ... entendí que había nacido.
  ¡Gracias!
       M.Mercedes Rodríguez Perera

1 comentario:

  1. Dicen que la distancia puede ser un olvido. ¡Ojo, en ecasiones es un reencuentro!. La búsqueda, tal vez, sea un trayecto aun por recorrer. Quizás no esté del todo señalizado. Mas tu has de marcar los trazos de tu propia ruta. Una ilusión siempre por bandera. Y una mano amiga que no falte en los eventos. Y que el momento presente siga coqueteando contigo. A veces, es la sorpresa la que marca mi destino.

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