La templanza es un don de gran majestuosidad. Puede estar al alcance de todos y cada uno de nosotros. Puede constituir un tesoro sin igual.
Quizás trabajar el don de la templanza requiera sacrificio, tiempo, una visión de futuro. Mas con dicho don se ganan muchas partidas. Por que... si decides liarte a piña limpia, pues, lo que se dice muy limpio contigo mismo no quedas. Además te puedes llenar de mucha rabia interior, de mucho desprecio hacia los otros. En definitiva puedes desgastarte y mucho sin que casi te des cuenta. ¡Ojo, pues!
Vivimos en una sociedad de mucho ruido, de alborotos sin fin, de descompensaciones emocionales, fisicas, anímicas... muchas veces nos vemos envueltos en muy malos rollos casi sin que nuestra consciencia nos avisara de ello con anterioridad ¡Abráse visto!
La vida es una excelente maestra conocedora de muchos caminos. Unos son transitables, otros, pues no. Pero no por ello ha de decaer nuestro espíritu de lucha, de superación, de arranque personal y social.
Aislarnos de vez en cuando del mundanal ruido pues no nos viene nada mal. Quizás cuando aprendamos a escuchar, a reflexionar, a dirigir nuestros propios impulsos adecuadamente, pues quizás sea ahí donde nuestro camino se nos haga presente.
¡Mas la suerte es un comodín del que nunca hemos de desprendernos!¡Por que la vida puede ser muy bonita, puede ser todo un as de luz... claro que, en ocasiones puede ser el infierno anticipado!
¡Suerte, caminante en ruta!
M.Mercedes Rodríguez Perera
¡Cuántos caminos aun por recorrer!¡Qué difícil puede resultar recorrer ciertos tramos del camino!¡Qué dulce cuando alguién se para en tu camino para echarte una mano!¡Sí, para caminar junto a ti, o indicarte donde se encuentra la siguiente estación de descanso!Pero al estar envueltos en una sociedad de ruidos sin fin, de egoísmos brutales, de muchos adivinos en caminos ajenos y poco certeros en los suyos propios... el camino, el verdadero camino se hace andando, estudiando los pormenores de los descubrimientos, tomando nota de los avances o mejoras que se puedan realizar. Yo, sinceramente creo en el camino, en sus posibilidades, sus bajonas y el apoyo personal, grupal que siempre sabe como hacerse presente.
ResponderEliminar¡Oh, la templanza, señora de muy buen ver!Yo entiendo por templanza un equilibrio natural y hasta saludable. En momentos de templanza no hay prisa. Se juega con los caminos a recorrer, se medita los momentos mas oportunos para ir a la acción. La templanza es buscada por muchas personas cuando el trabajo les supera. Es una forma particular de contactar contigo mismo, con el mundo. En la templanza se puede mostrar la luz con comodidad. Y en la luz está el camino...
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