¡Caramba con esa fuente que nunca calma mi sed!

   El agua fuente de vida, de armonía, serenidad. A veces, comodona. Otras tantas, muy caprichosa. El agua fuente de luz ante tantos y tantos problemas. Ante la inquietud de necesidades insatisfechas. Yo pienso que la naturaleza, en general, tiende al equilibrio. No siempre lo consigue puesto que se estarían tocando campanas de difuntos. Vivimos en la sociedad de tener muchas cosas, (algunas personas), pero estar tan necesitadas de otras tantas. Quizás te torture una acción hecha por error,  que te ha perjudicado a ti mismo/a o a terceras personas. Vamos a identificar el agua como el motor para intentar resolver este mal rollo del cual no siempre se sale airoso, dar le un cauce sano, cómodo, libre.... Mas a veces olvidamos que la memoria es capaz de gravar hasta la saciedad y mucho más. Es algo imborrable lo que en ella se graba. Visto este comentario, pocas opciones nos quedan. Yo pienso que hay que aprender a vivir con lo que tenemos. Tal vez la partida no se gana del todo. Pero esa vivencia, ese error, esa metedura de pata, pues puede hacer, si sabemos manejar nuestros propios dados, que no nos torturen,  que no perdamos los tiempos, anulemos nuestra capacidad de reacción. Digamos que, conseguir torear tormentas sin que estas nos afecten demasiados es toda una batalla ganada. Se hace necesario aprender a vivir una y mil veces. Todas las veces que nos sean necesarias. Batallar una situación que nos tortura es realmente agotador. Intentemos ser señoritos/as ante tal evento. A veces se precisa ayuda profesional. Ello también es algo a tener en cuenta. Mas tu has de poner muy mucho de tu parte. Intentando pasar de largo ante tormentas infranqueables, e intentando dar soluciones limpias, lavadas con agua. En el fondo, uno/a se encuentra muy solo con uno mismo. Es ahí donde el examen empieza y la resolución de los problemas han de tener una buena nota. Aquella que tu te has trabajado, la que has conquistado aun contra todo pronóstico. La vida consiste, a mi entender, en una bifurcación de caminos. Al final resulta muy importante aprender alzar el vuelo. Elegir, libremente, tus propios caminos. Con una sensación de libertad tras haber hecho las cosas bien. Digamos que el yoga, el tahichi, las artes marciales, pueden hacer que eliminemos gran parte del estrés. Mas si no trabajas tu interior... el estrés, la ansiedad... saben cual es su punto de partida. ¡Suerte!

         Sinceramente quiero comentar que no quiero dar lecciones a nadie de ningún  tipo. He vivido situaciones difíciles. Unas veces mi comportamiento ha sido el adecuado. Otras, un puro caos sin sentido, ni juicio.... mas solo es un comentario personal

         M.Mercedes Rodríguez Perera