Las circunstancias...

  Las circunstancias vitales que me conectan con el mundo, con el día a día de mis despertares, de casi toda mi razón de ser. Circunstancias que casi me encierran en un mundo a parte por el bloqueo brutal, emocional, que yo, en distintos momentos vitales, pues fui capaz de percibir. Mi persona estaba, aparentemente, envuelta en multitud de precipicios, mares, abismos mentales. Aguantando casi lo inaguantable. Toreando las desaires del camino. Imaginando la vida, proyéctandola siempre en mi camino. Agarrándome fuertemente a una vida imaginaria para encontrar el sentido de mi propia vida. Pero entiendo yo que todo va llegando si nos mantenemos fuertes en los distintos caminos.¡Siempre dices que la siguiente caída será la última!... A veces, te sientes incapaz de abordar una caída mas. Las fuerzas flaquean. El abismo entre tu vida interior y el resto del mundo puede llegar a ser realmente brutal. Esto no lo puedes comunicar al mundo. Vivir de apariencias era lo único que en aquellos momentos tenía cabida. ¡Oh, el horror de una guerra!El recorrido vida sin un sentido coherente, emocional, pues aumentan las dudas, los infiernos prácticamente intolerables. Mucha gente en el camino, pero, aparentemente casi nadie puede observar que hay un muro francamente infranqueable entre tu yo interior y el resto del mundo. ¡Oh, mal rollito! Y una vez mas vuelves a intentar recorrer tu camino. Mas esta vez una intuición bastante fuerte, te indica, de alguna manera, que no estás sola en dicho recorrido. Que hay personas que han podido llegar a tu mundo interior y quizás, solo quizás, estén contigo en tus recorridos vida. ¡Oh, un momento de ilusión, de satisfacción, de apostar por la vida...!¡Sí, un momento para dar las gracias de corazón a corazón!

     Y nace la luz, la vida, la esperanza.Se disipan los miedos, las dudas, las inseguridades. La fortaleza toca a tu puerta y la encuentra abierta. Decides, nuevamente, emprender la ruta. Sabes que no será fácil. Mas casi cualquier cosa es mejor que todo un infierno interior, una desconexión sentida como brutal y absoluta con el mundo, con todo el mundo. Intuyes que no será fácil. Intuyes que no estarás sola en dichos caminos... la cercanía empieza hacerse presente, la luz vuelve a tu vida, el compartir que era algo en ti necesario y hasta urgente, pues se manifiesta. ¡Oh, mil gracias!

     M.Mercedes Rodríguez Perera