Y en un mundo particular pensé, medité, en mis adentros:
_¿Quién soy yo?
_¿Dónde se encuentran, verdaderamente, mis prioridades?
_¿Vale la pena luchar por un mundo de grandes altos y bajos?
_¿Soy tan autosuficiente como una sociedad, a veces, con actiud aislante, quiere hacerme creer?
_¿Me compensa ser autosuficiente o quizás me aisle con dicha actitud cada vez mas del mundo y de la gente que quiero?
_¿Creo, verdaderamente, en los trabajos de equipo, o simplemente, hablo bien de ellos por que ello queda muy bien?
Mas a la vida no se le ocurre, de vez en cuando, que hacernos un sin fin de preguntas para enrrollarnaos mas de la cuenta. Ignorando quizás muchas veces las respuestas a dichas preguntas. ¡Pero será traviesa la vida!
Pienso que en un mundo que es un poco de todos, hemos de ser partícipes de su crecimiento positivo. Intentar ser participativos en un mundo justo, habitable, cómodo...
Como persona, ser humano, pues no he de exigirme hasta el infinito y mucho más. No he de castigarme por el mero hecho de ser persona y tener limitaciones que pueden ir cambiando a lo largo de toda mi vida.
Si sé qué es lo que estoy buscando, que es lo que necesito, aquello que a mi me hace feliz, que hace feliz a muchas personas, pues puedo considerarme una persona muy afortunada.
Puesto que para ser feliz, para pisar fuerte en la vida, no se necesitan demasiadas cosas. Muchas veces nos apegamos a las cosas materiales como si de un dios imaginario todopoderoso se tratase. No somos conscientes que nos convertimos, o nos podemos convertir, en deudores de tales riquezas. Es importante sentirse querida por aquellas personas que tú quieres. Quizás sientas que las necesitas en tu vida para complementarte. Un corazón latiendo en muchas direcciones que conduzcan a una libertad bien entendida, bien canalizada, bien acogida, pues es super importante. También considero importante dejarte llevar por los acontecimientos e intentar ser partícipe de todo aquello que te interesa. ¡Suerte!
La felicidad es toda una conquista. ¡Ojo, a quién primero hemos de conquistar es a nosotros mismos! ¡Somos un reflejo de lo que sentimos, manifestamos, amamos, preocupamos, angustiamos...! Mas nadie a dicho, en estos tiempos modernos que no podamos tener una actitud de reiniciación!
M.Mercedes Rodríguez Perera
Vivir es aprender, sentir, amar, ser amado. Vivir es tropezar y levantarnos. Vivir es jugar, es compartir, es ser leal con nosotros mismos y el mundo. Vivir es hacernos preguntas para ver como va nuestro mundo interior, nuestras necesidades, nuestras prioridades. Entender que el camino, en ocasiones se desvía, mas no por ello la batalla personal, grupal, está perdida. ¡Que tu camino sea luz, vida, compromiso, libertad bien entendida, bien canalizada!... pero no olvides a quienes te ayudaron a ser lo que ahora eres. ¡Suerte!
ResponderEliminar¡Oh, un mundo particular! Me recuerda los momentos de soledad infinita cuando la comunicación con el exterior y conmigo misma eran prácticamente nulas. Cuando de pequeña hablaba con mi muñeca y le contaba todo aquello a lo que aspiraba, aquello que me hicera feliz. Luego, un tanto dudosa comentaba a mi muñeca: ¿Los finales felices existen?... Bueno, le tocaba contestar a la muñeca. ¡Oh!¡Oh!¡Oh! Mi abuela, cuando venia de visitas a casa, se acercaba en un despiste, y me comentaba:¡Sí, los finales felices si que existen!
ResponderEliminarSabes... antiguamente era incapaz de entender que mi persona fuera capaz de salir de un infierno, no buscado, lleno de soledades infinitas, aparentemente, agresiones de todo tipo. Como estaba, aparentemente, incapacitada para la comunicación pues el lenguaje que utilizaba era el corporal: patadas a un infinito, gritos sin sentido... Intentaba tener voz y voto mas ello fue todo un imposible. Solo el que vive un infierno y es capaz de salir de él... pues quizás entonces tenga la fortaleza, la valentía, la capacidad para comunicarlo al mundo. Principalmente, para que estas situaciones no se repitan jamás.
ResponderEliminarSabes, las etapas vividas en la infancia son super importantes para llegar a tener una fortaleza interior capaz de vencer tempestades de todo tipo. Quizás yo al vivir con mis abuelos, al relacionarme con ellos y con personas muy mayores, pues fui adquiriendo una serie de habilidades en el día a día. Aprendiendo, sobre todo de la gran sabiduría de aquéllas personas mayores. Me podía pasar horas y horas escuchándolas, aprendiendo su forma particular de ver la vida... también me gustaba estar en contacto directo con la naturaleza, con los animales del campo... quizás el tiempo, el apoyo por terceras personas, la propia vida... pues se encargaron de rescatar, de alguna manera, la persona que soy ahora. Gracias.
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