Translate

lunes, 4 de mayo de 2015

Un día oscuro


  A veces, los días oscuros son melódicos, gratos y hasta divertidos. Llenos de un gran sentido personal, emocional y hasta afectivo.
   Mas a veces las cosas salen mal y a quien primero solemos echarle la culpa y ponerle en una celda individualizada de castigo... pues suele ser a dios. Un dios general al que consideramos culpable de todos los males de la sociedad, de aquellos males que nos puedan estar afectando de forma personal. ¡Uf, no me digas! Quizás a penas conoces cosas de ese dios imaginario del que habla tanta gente. Mas quizás seas uno de los primeros que te apuntas amordazarlo y tirarle un sinfín de piedras. Claro que si las cosas salen bien, quizás seas capaz de echarle de tu fila y ponerte las estrellas mágicas de todo un capitan. ¡Oh, qué estás diciendo!
    Para mí dios siempre ha sido importante. Hablo de un dios imaginario con el que no siempre he comulgado. Mas en momentos difíciles le busco, por que sé que él calmará mis miedos, mi inseguridad, mi posible baja autoestima.
   Para mí un dios imaginario es un dios contagioso de ilusión, alegría, esperanza, saber estar. No se que manía tiene mucha gente de clavarlo una y mil veces, en una cruz imaginaria por que se encaprichan de que es culpable de muchas muertes, desgracias, quizás de la pérdida de buenos amigos. ¡Oh, habráse visto! Las circunstancias a veces escapan a nuestro control, a nuestro conocimiento, a nuestra confianza, credibilidad... y muchas vidas escapan a  sus familiares, a las personas que les quieren. Es ahí cuando ímpunemente mas se ha castigado a dios. Quizás a un dios que casi no conoces, mas para apedrearle, pues tal vez llames a una buena colección de amigos con buenos propósitos a tal fin. ¡Oh, Oh, Oh...! A lo mejor nadie te ha enseñado nunca a conocer al dios energía, voluntad, trabajo voluntario, entrega, que está en multitud de ONG, a la persona que lo abandonó todo para echarte una mano en un trabajo bien difícil. Quizás multitud de personas no conocen a un dios imaginario... mas tal vez esa actitud de trabajo, entrega, acogida... haga que dios se rinda ante ellos. Con un gran respeto hacia dichas personas y con muchísima humildad. Esto último que caracteriza a mi dios imaginario.

   Un dios vengativo, cruel, mal intencionado, caprichoso, autoritario... pues no cabe en el esquema mental que tengo de dios.

     Claro que cada uno puede pensar lo que le apetezca respecto a cualquier tema. Yo intento ser respetuosa con los tamas que trato. Un día oscuro es una búsqueda de alguien, de algo que me haga feliz, me ayude abrir los ojos, y quizás pueda salir de multitud de infierntos. ¡Bueno, de algunos ya he salido! ¡Mas el camino está para ser recorridio, para ser caminanates de una o de multitud de rutas!
    ... quizás sea una búsqueda de alguién que se quedó en mitad de mi camino, en una ruta francamente difícil y hasta casi infraqueable. ¡Sí, quizás sí!

     M.Mercedes Rodríguez Perera

2 comentarios:

  1. Un momento oscuro puede ser un momento grato, buscado, para hablar con calma, sin prisas, para evadirnos de múltiples preocupaciones. Mas cuando la oscuridad equivale a problemas incómodos, difíciles... cuando la oscuridad es una cárcel sin rejas pues buscamos casi desesperadamente la luz. Un dios imaginario creado con el fin de actuar de trampolín en momentos difíciles... pues pienso yo no le viene mal a nadie. ¡Mas un dios imaginario ha de ser siempre una conquista hacia la superación, hacia la libertad, una energía que puede acompañarte y que te arropa en seguridad, superación, momentos francamente difíciles!

    ResponderEliminar
  2. ¿Te preguntarás por qué hablo tanto de un dios particular?Bueno, pues cuando mi vida llegó a ser, a pesar de las apariencias, un infierno muy oscuro, donde la capacidad para comunicarme era prácticamente nula y la sensación de agobio, nerviosismo, mal estar... superaba todas mis espectativas de supervivencia... yo imaginaba un dios que estaba conmigo, que entendía mi dolor, mi sufrimiento.Su compañía, aun sabiendo que era un dios imaginario, calmaba mi dolor, me compensaba emocionalmente, pues pensar en dicho dios imaginario. Cuando algo o alguién, o una situación particular marcan verdaderamente tu vida, seguro que no les olvidas del todo. Sí, aunque se tratase de un dios proyectado por mi mente para mitigar mi dolor.

    ResponderEliminar