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martes, 6 de mayo de 2014

Cosas del habla... y sus consecuencias.


  _Cuando el habla se esmera.. la sonrisa se pone coqueta. Entonces, el alma baja la guardia, coordinando sus compaces.
   _ A veces, el habla se enfurece, se pone muy refunfuñona, dispara mil avatares sin fondo ni forma adecuada...
   _Mas, ni el alma se pone fría, ni su consciencia la reconoce.¡Caramba!, yo no sé donde meterme cuando el freno-prudencia se me resbala.
  _Dicen que a todos nos pasa, mas yo seguro que en despiste, por que la mente es muy suya cuando quiere. Mas si le apetece, su capacidad de tortura puede llegar a una saciedad infinita.
   _A mí, que no me venga con cuentos que yo me gobierno sola.
   _¡Ah!, pues eso mismito cantó la que confundió su habla con una meditada prudenccia.
  _¡Cómo!...
  _Lo dicho, pues bien dicho se ha hablado e igualmente con esa tesitura se ha de escuchar.
  _Mas los comentarios sobran y... con rezos a otra iglesia, por favor.
 _Será una expresión-digo yo-.


     NOTA

¡Ojo, que ni estoy loca, ni he perdido los papeles!

     M.Mercedes Rodríguez Perera

4 comentarios:

  1. Por el habla perdemos muchas veces los papeles que, hasta nos quedamos sin credenciales. No siempre pensamos lo que decimos. A veces, no pasa nada. Otras, puedes tener un toro bravo frente a frente, que, a ver quien lo torea, o quien se pone de sustituto/a. En fin, cosas que pasan.

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  2. El lenguaje puede conquistar y hasta curar un alma rota.Puede acunar a un bebé. Podemos esbozar una sonrisa. A veces, calma la esencia mas innata de nuestro ser. Y a mí me gusta dar las gracias cuando tocan mi alma, centran mi atención, y pospone mis prisas.

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  3. Puede ocurrir que, a veces, al hablar y utilizar nuestro habitual vocabulario, podemos topar con alguién que, hablando la misma lengua, no se entienden ni repasando vocabulario y gramática al mismo tiempo. ¡Pero que cosas pasan! Lo que realmente resulta preocupante es, cuando sustituimos nuestro lenguaje verbal, por miradas, gestos, y un sin fin de accesorios, que la verdad, presumo que habrá algo de guerra. ¿Seguro! ¡Pues no, somos personas civilizadas!

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  4. Yo tengo fama de hablar como si fuera a empezar un mal rollo. Estoy acostumbrada a expresarme así. Es mi forma de comunicarme. No soy tan guerrera. Ni pretendo serlo. A veces, digo tres o cuatro palabras que ni refiriéndome a todo un arsenal de artilleria. En fin, cosas que pasan que una no controla del todo.Ni tampoco se me conoce demasiado.

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