_Cuando el habla se esmera.. la sonrisa se pone coqueta. Entonces, el alma baja la guardia, coordinando sus compaces.
_ A veces, el habla se enfurece, se pone muy refunfuñona, dispara mil avatares sin fondo ni forma adecuada...
_Mas, ni el alma se pone fría, ni su consciencia la reconoce.¡Caramba!, yo no sé donde meterme cuando el freno-prudencia se me resbala.
_Dicen que a todos nos pasa, mas yo seguro que en despiste, por que la mente es muy suya cuando quiere. Mas si le apetece, su capacidad de tortura puede llegar a una saciedad infinita.
_A mí, que no me venga con cuentos que yo me gobierno sola.
_¡Ah!, pues eso mismito cantó la que confundió su habla con una meditada prudenccia.
_¡Cómo!...
_Lo dicho, pues bien dicho se ha hablado e igualmente con esa tesitura se ha de escuchar.
_Mas los comentarios sobran y... con rezos a otra iglesia, por favor.
_Será una expresión-digo yo-.
NOTA
¡Ojo, que ni estoy loca, ni he perdido los papeles!
M.Mercedes Rodríguez Perera
Por el habla perdemos muchas veces los papeles que, hasta nos quedamos sin credenciales. No siempre pensamos lo que decimos. A veces, no pasa nada. Otras, puedes tener un toro bravo frente a frente, que, a ver quien lo torea, o quien se pone de sustituto/a. En fin, cosas que pasan.
ResponderEliminarEl lenguaje puede conquistar y hasta curar un alma rota.Puede acunar a un bebé. Podemos esbozar una sonrisa. A veces, calma la esencia mas innata de nuestro ser. Y a mí me gusta dar las gracias cuando tocan mi alma, centran mi atención, y pospone mis prisas.
ResponderEliminarPuede ocurrir que, a veces, al hablar y utilizar nuestro habitual vocabulario, podemos topar con alguién que, hablando la misma lengua, no se entienden ni repasando vocabulario y gramática al mismo tiempo. ¡Pero que cosas pasan! Lo que realmente resulta preocupante es, cuando sustituimos nuestro lenguaje verbal, por miradas, gestos, y un sin fin de accesorios, que la verdad, presumo que habrá algo de guerra. ¿Seguro! ¡Pues no, somos personas civilizadas!
ResponderEliminarYo tengo fama de hablar como si fuera a empezar un mal rollo. Estoy acostumbrada a expresarme así. Es mi forma de comunicarme. No soy tan guerrera. Ni pretendo serlo. A veces, digo tres o cuatro palabras que ni refiriéndome a todo un arsenal de artilleria. En fin, cosas que pasan que una no controla del todo.Ni tampoco se me conoce demasiado.
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