Translate

martes, 11 de noviembre de 2014

Acariciando otra piel...


  Acariciando otra piel, otros momentos vitales. Agarrando tu sonrisa y metiéndola en mi bolsillo. Hay cosas de mi persona que me gustan mucho. Otras no me gustan tanto. Y las pésimas he decidido tirarlas al basurero por que se estaban poniendo bastante incómodas. ¡Oh, falaría mas!. Aún en los momentos mas dificiles e incómodos, siempre buscaba en mi interior un momento para sonreír, para despertar a la vida, para coquetear con mi amigo el viento.
    Te voy a ser sincera. Yo no me imagino en otra piel ni en otras circunstancias. Vale que mi vida no ha sido nada fácil. Es como un parto que es super difícil y no sabes si las cosas saldran bien o mal. Mas luego sonries cuando ves al bebé y todo tu dolor desaparece cual suspiro. Yo no me imagino mi vida diferente. Por que yo no la he sabido vivir diferente. Yo la he cultivado, desarrollado a mi manera. He aprendido mucho de los libros, de personas cercanas a mí, de algunas conferencias geniales. He hecho lo que he podido para salir a flote, para arrancar los motores de mi todoterreno- vida. He acertado muchas veces. En otras ocasiones me he equivocado. Tanto en mis aciertos como en mis errores mi vida no ha dejado de ser mi vida, mi persona, mis circunstancias. Todo lo que he encontrado a lo largo del camino pues he intentado resolverlo a mí manera. A veces, se han puesto las cosas bastante difíciles. Por ejemplo, cuando me he encontrado bastante mal y no he sabido identificar el origen de tal situación. Mi vida nunca ha dejado de se mi vida. Ni en lo bueno, ni en lo malo, ni en lo circunstancial.Un día descubrí que yo era yo. Una persona, en su conjunto, con lo bueno, lo malo, lo absurdo, lo trascendental. Mas me tenía que querer muchísimo por que mi vida era mía y me pertenecía tal cual. Cuando aprendí que no podía renunciar a mi persona, en su conjunto, pues empecé a ver las cosas de otra manera. A entender que no vas a naufragar por pensar de forma diferente a tu mejor amiga/o. Aprendí que la vida nos da multitud de opotunidades. Mas has de estar atenta. También aprendí que la vida no es tan exigente. De vez en cuando, excesivamente simple. Y me senté a esperar que pasaran algunas tormentas, después me puse en marcha. Ya que yo, soy bastante testaruda. Descubrí que la vida sabe premiar los trabajos bien hechos. Comprometidos con la sociedad en su conjunto. Aprendí que los abismos mentales son super peligrosos. Si te es posible... entrar y salir. Pero... aprendí que hay pasos a los que no puedes decir que no. Aunque tengas que indagar en un infierno. La vida te obliga, casi sin querer, pues a introducirte en abismos muy particulares. A vece, se sale victoriosa de ellos. Mas si puedes dar un ciento por ciento, la propia vida va a estar junto a ti, como profesor/a muy eficientes, exigiéndote lo mejor de ti. Te comentan que compartir es muy bonito y grato. Bueno, vamos a dejarlo ahí... tú no sabes si ello va con segundas, o va con terceras intenciones. Mas cuando sales a flote, pues la vida es muy bonita.

      M.Mercedes Rodríguez Perera

1 comentario:

  1. La vida tiene sus momentos de paz y de guerra. El peor momento quizás sea cuando te bloqueas y el miedo invade tu persona y hasta tu universo. Mas la vida te marca los pasos y tu puedes elegir, con total libertad, pues aquellos que gratos te sean. Una bonita sonrisa puede ser un excelente regalo. Y sonreímos muchas veces sin ser conscientes de ello. Es importante ir de legal por la vida. Cuando te saltas ciertas normas importantes... pues puedes pagarlo muy caro. ¿El peor castigo?... pues perderte a ti mismo y dar mil vueltas sin saber que es lo que buscas. La vida no es tan exigente. Quizás nosotros la complicamos bastante.

    ResponderEliminar