El mundo...

  El mundo que gira y gira. Que tiene su cometido. Que ríe o llora cuando las cosas no salen del todo bien. ¡Ojo, a veces, se asusta! Mas no por mucho tiempo. A nadie quizás le amargue un momento pleno de felicidad. Mas los tropiezos suelen ser quebraderos de cabeza. En fin, un sin vivir...

   El mundo en el que vivo. Los altibajos de mi mirada. La constancia que parece tener el tiempo cuando me siento segura de mí misma. Las incertidumbres de toda una vida en cuerpo presente. ¡Oh, mal rollito!. La vida que nace cada mañana, cada día, cada despertar... en busca de sensaciones nuevas. Gratos momentos, dulzura en el vivir.

   Los momentos que se apagan. Dicen que nada es eterno. Las fiestas acomodadas pra transmitir mucha luz, mucha esencia vital. Sí, para que los sueños vuelen y sepan aterrizar en lugares perfectos. ¡No será que estamos pidiendo demasiado! Bueno, mejor pedir mucho y conseguir ciertos objetivos, que pedir poco y marcharte con las manso vacías. ¡Caramba, muy curioso!.

    En el fondo la mirada, trastiona como pocas. Buscando un por que a todo, quizás enredándose en el tiempo. Quizás no sepa que todo en la vida no tiene solución. El vivir conlleva desprenderse de multitud de cosas superflúas, para posteriormente, ver el caminito- vida a tu vera. Quizás se trate en ocasiones de suavizar las andanzas, de que no sean tan tormentosas. De que aflojen la marcha y me dejen ver el paisaje. ¡Has visto el paisaje! ¡Sí, claro lo he visto! Quizás en busca de una paz que cuesta nacer. ¡No te han dicho que el descanso también es camino! ¡Pues sí que me lo han dicho! ¡Qué haces!¡Descansar!... ¡Ah, y disfrutar del momento presente! ¡Lo has bordado sin saber enhebrar ni siquiera una aguja!...

      M.Mercedes Rodríguez Perera