Bueno, hay respuestas contundentes. Nadie puede negar que no sean ciertas, que realmente no hayan ocurrido. Con esas respuestas, comentarios que son confirmados, pues tal vez se pueda llegar muy lejos. Otra cosa es que te persiga el manto de la descompensación, de la locura(para hablar, mas claro). En dicho espacio de tiempo, que pueda ser más o menos largo, puedan,tal vez, ocurrir cosas, circunstancias, vivencias... momentos en los que tú quisieras que se te confirmara o se te negara un comentario, unos hechos, una curiosidad, quizás un papel sobre la mesa. Yo puedo recordar cosas de un pasado lejano, pero no dejo de entender que mi vida ha estado marcada, desde muy niña, pues por la descompensación. Momentos de inestabilidad, momentos quizás donde, a lo mejor no hubo un seguimiento adecuado, por parte de un siquiatra, pues para que valorara los efectos de, quizás ciertas sustancias, para calmar mi profunda ansiedad, mis grandes depresiones, mis gritos, mis patadas... a veces, esto puede ocurrir, y las circunstancias posteriores puedan ser quizás ya poco controladas desde el punto de vista siquiátrico. Para nada acuso a los siquiatras de una situación donde, aparentemente, no hubo ningún seguimiento siquiátrico. Aún siendo yo una niña. Pienso que tal vez, era toda una responsabilidad de unos padres entender que aquella situación se nos escapaba quizás a todos de las manos. Que quede claro que no culpabilizo a nadie en lo que respecta a salud mental. Todo lo contrario. Estoy muy contenta con salud mental, por que desde el primer momento en que pase a ser tratada por siquiatras, ya hubo todo un seguimiento de mi caso. Además pienso que gracias a ellos, a un tratamiento personalizado, pues yo he conseguido tocar tierra. Tener la capacidad para orientar mi vida, para sonreír, para contactar con un mundo exterior el cual era toda una necesidad para mí persona.Sinceramente, les estoy muy agradecida por su tiempo, su dedicación, su constancia, su preparación. Mil gracias de todo corazón.
Lo que yo quería también recarcar es que en el tiempo que yo estuve adormecida, algo sonámbula, sin distinguir una hora de la siguiente, pues yo me pude haber envuelto en circunstancias nada deseadas, que escapaban a todo control para yo defenderme, para poder decir no y ser escuchada. Yo puedo tener recuerdos vagos. Por ejemplo, un embarazo imaginario donde solo fui consciente de la existencia de dicho niño, imaginativamente, pues solo en el parto. Un parto quizás, en mi imaginación, tremendamente difícil, por que en mi memoria un tanto vaga, pues pudiera estar bastante sedada. Esto dificultaba, aparentemente, el trabajo del médico allí presente. Y las escasas condiciones sanitarias, y de material necesario, imaginativamente, allí donde ocurrieron, aparentemente, los hechos. Mi vida estaba en peligro. La vida de ese niño también. Si esto fuera una realidad, cosa que no puedo confirmar, pues ese médico se las vio y se las deseó, aparentemente, para salvar dos vidas. Imaginativamente, suponiendo que todo ello fuese una realidad, doy mil gracias por nosotros dos. Bueno, imaginativamente.
Claro que si a lo mejor tienes nociones vagas de todo lo ocurrido y te lo niegan una y mil veces, pues acusándote, tal vez, de loca, de que no saber lo que estás diciendo, de descompensada ... pues ante esta situación yo, pues punto en boca. Por que lo que yo pueda recordar, se puede convertir, para muchas personas compensadas en papel mojado. No tengo pruebas de que todo ello fuese cierto. Mas sé de algunas personas, que quizás, les incomode muchísimo que todo esto salga a la luz. Una persona descompensada, según mi entender, pues es una persona baja en defensas emocionales, afectivas, carente de credibilidad, indefensa ante el mundo...
Yo solo puedo exponer lo que imaginativamente, en mi mente descompensada, pudo haber sido toda una relalidad. Mas entiendo que nadie quiera dar la cara por mí al respecto. Hay verdades que quizás nazcan para ser sepultadas. Soy una de tantas víctimas de situaciones vividas bajo el marcaje,aparentemente, de la locura. Y ahí si que es super dificil hacerse un hueco.
También te comento, como he dicho muchas veces, que me quiero muchísimo. Que he aprendido a estar con aquellas personas que me quieran y me aceptan tal y como soy. He aprendido a comprender lo que se lee en un texto. Ello me ha hecho mucha ilusión y satisfacción. Soy una persona sociable, capaz de vivir con ciertos recuerdos. Un día decidí apostar de todas todas por la vida. A día de hoy sigo apostando, valientemente, por la vida. Me siento muy orgullosa de ello. Gracias también a todas aquellas persona que han querido estar junto a mí. Esas personas también son muy importantes en mi camino, en mi vida. Digamos que, de alguna menera, el camino lo vamos alumbrando un poquito entre todos. Mil gracias por estar ahí.
M.Mercedes Rodríguez Perera
El tema relacionado con las enfermedades mentales, con los trastornos mentales... pues sea quizás un poco tabú. Una persona que pueda padecer un trastorno mental, pues digamos, que a lo mejor, sea quizás muy vulnerable. Un momento de descompensación, casi como que no te lo perdona, prácticamente, nadie. Claro que, un momento de compensación se mira casi con una gran lupa. Es algo así, como estar en una barra de equilibrio. Estés donde estés siempre solemos estar, quizás, en el punto de mira de terceras personas. Aun así, yo pienso que hay que quererse mucho y tirar pa´lante.
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