Un carácter fuerte, repetitivo, arraigado a sus principios, ética, sus valores, pues pueden, en un abrir y cerrar de ojos, irse al garete. Es decir, dar un giro de unos trescientos sesenta y cinco grados, y convertirte en alguién prácticamente irreconocible. La vida, con sus inquietantes experiencias puede dar lugar a todo ello y mucho mas. ¡Uf, baja la guardia!
A veces se anda por el mundo colado por un ideal, por una promesa que puede romperse a la primera de cambio ¡Oye, que ni de automóviles estuviésemos hablando!. Hay vivencias que pueden hacerte añicos toda una vida. ¡Eso sí que es fastidioso!
El tiempo a veces se vuelve inestable cuando son unos pocos los que dirigen las acciones de todo un grupo. Y el grupo dedicarse a cumplirlas de forma tajante, sin prácticamente reflexión alguna. Buscando el grupo, pues casi sin ser conscientes de ello, una seguridad, una independencia que parece colarse por todo un sistema arraigado a unos principios. Tal vez, aférreos y un tanto fuera de lugar.
Mas cuando nos perdemos a nosotros mismos por renunciar aquellos valores que en un tiempo particular nos hicieron sentir realmente grandes, realizados, cómodos con nuestros ideales, estado de vida. Pues pueda ocurrir que andemos por el mundo como trotamundos, perdiendo el norte que un día quizás nos identificó, nos unió en uno de tantos y tantos avatares de la vida. La vida es una conquista hacia la libertad. Es una bandera universal ondeando en un cielo infinito. Mas la conquista hacia uno mismo, hacia nuestras raíces, nuestra valoración personal, nuestro estilo en el ser y en el hacer... pues puede ser posible. Todo depende de ti, de lo que estés dispuesto a sacrificar, aportar como miembro de una sociedad carente de muchos momentos significativos, y en busca de libertades que no siempre es capaz de identificarla aunque se las pongas delante de los ojos. Claro que, la vida, a veces es un cúmulo de contradicciones. Aunque la vida esencia siempre será la misma... ¡Y tú que lo digas!
M.Mercedes Rodríguez Perera
La vida puede ser una conquista y un encuentro con uno mismo. Todo depende de las inquietudes y expectativas que tengas de ti mismo. A mí, personalmente, me conquistó la vida por una necesidad auténtica de supervivencia. Por una sensación de estar fuera de lugar, por una actitud inquietante que casi no controlaba. Para mí la vida,actualmente, es sencilla. Claro que, hasta llegar a tal sencillez, pues he tenido que torear multitud de abstractos. ¡Ojo, a ciegas!. Mas hoy pienso que todo ello ha merecido la pena. Mil gracias a todas las personas que se han mostrado interesadas en mis caminos. Evidentemente, siento que mi aterrizaje un tanto personal ha sido gracias a muchas personas que si han querido estar ahi, juno a mi. Mil gracias por todo.
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