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sábado, 29 de noviembre de 2014

Un trasplante... algo así como echarle una mano a la vida.


   Estoy a favor de todo tipo de trasplantes. Pienso que salvar una vida no ha de tener un precio en el mercado. Mas bien entenderlo como una satisfacción de la persona donante de regalar vida. De hacerlo con todo un corazón latiendo, de hacerlo con autenticidad, fortaleza, voluntariamente. Sí, sin ningún tipo de presiones. Transmitir vida ante una situación quizás límites. Transmitir una vida casi en desahucio, por el cansancio, pues a su familia mas allegada. Aquellas que quizás hayan padecido la impotencia de la situación. El ir a ese hospital, a esa clínica y poner una cara de ilusión, de alegría, sintiendo, quizás, interiormente que el tiempo camina en contra de ellos/as.Quizás el tiempo camina demasiado deprisa y tal vez no lo haga a favor de la familia, de los amigos, de los conocidos. Momentso en los que tal vez se intentan agotar todo tipo de posibilidades para salvar una vida. Una vida muy especial para los allí presentes...

      Yo me entero por casualidad de que se precisa un donante de médula para una persona. No tenía ni idea de la gravedad del asunto. Enseguida me puse en disposición de todo lo que fuera necesario para salvar dicha vida. Se trataba de la necesidad de un donante de médula que fuese compatible con una niña. Me puse en marcha como pude. Me interesé por los pasos a seguir. Para mí era algo nuevo, mas quería hacerlo. Interiormente tenía la necesidad de salvar esa vida. Para mí sería todo un regalo personal que su familia me permitiera dar algo de mí que yo, en realidad no necesitaba. Pienso que todo salíó bien. Quizás había que aprender a vivir de nuevo intentando asimilar como fuese que lo peor ya había pasado. Que dicha niña había vuelto a sonreír, a respirar, a tener una vida saludable. Las circunstancias me permitiron actuar en un tiempo récord. Mas quiero comunicar a su familia que si yo lo hubiera sabido mucho antes lo que estaba ocurriendo, pues me hubiera presentado voluntariamente, sin ningún tipo de presiones para ayudar a esta niña en todo lo que en mi mano estuviese.
    Un agradecimiento a los padres por su fortaleza, a todos sus familiares cercanos, a los amigos. Por supuesto, importantísimo el trabajo médico. El equipo médico que hizo posible que una parte de mí le pudiera dar vida a dicha niña. Sí, con su buen hacer, su profesionalidad, su confianza, su ilusión... mil gracias a todos los allí presentes por apostar por aquella vida que tenía todo el derecho a nacer de nuevo, a crecer, a ser fuerte, a ir al colegio... a disfrutar de sus amistades.

       Para mí todo aquello fue un bonitos regalo personal. Sí, me refiero al hecho de que se contara conmigo y yo pudiera estar ahí, entre vosotros. Con una actitud de coperar. Sin esperar nada a cambio. Realizada la tarea por una forma de pensar personal. Sin ser obligada en ningún momento. Sin esperar ningún tipo de compensaciones. Sintiendo en toda mi persona  que todo aquello me hacía inmensamente feliz. Yo me sentí orgullosa de todo ello, y con una gran paz interior. ¡Felicidades!

      Siento no haberlo sabído antes, no hubiera tenido ningún problema en estar ahí. En hacerme presente. Cuando las cosas no se comunican claramente, me cuesta entenderlas.

      M.Mercedes Rodríguez Perera

1 comentario:

  1. Un trasplante de órganos. Un trasplante de médula. Una persona que lucha agarrándose fuerte a la vida. Unos padres, unos familiares que necesitan un donante con urgencias. Una vida que vuelve a nacer, a respirar, a ser autónoma. Una esperanza puesta en todo el proceso. Sí, con ilusión, con mucho apoyo ... con la idea que nunca se pierde del todo la esperanza de que aparezca alguién capaz de devolver la vida a dicha persona. Yo fui donante de médula. Me alegró el serlo. Lo hice por propia voluntad, sin esperar nada a cambio. Me hubiera presentado antes si lo hubiera sabido. Mas no fue así. ¡Felicidades, a todo el equipo!

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