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sábado, 4 de abril de 2015

Fue entonces cuando...


   Bueno, mi vida no ha sido nada fácil. Mas he aprendido a ser fuerte, a sentirme cómoda en mi piel. A caer y a levantar multitud de veces. Yo fui una persona tímida, agresiva, incomprendida en mi propia piel. Torpe, según ciertas personas, pues hasta la saciedad. No era consciente de vivir en un mundo a parte. Mas mi mundo interior nada tenía que ver con lo que casi se me obligaba en el día a día. Desde el punto de vista académico, desde la vivencia de las relaciones personales, de amistad. Mi mundo era un caos y a ver quienes son, imaginativamente, los locos que le ponían rumbo.
    Mas un día mi mundo se bloqueó de forma brutal. No había forma de salir de aquél infierno. Bueno, el infierno venía de mucho antes, solo que se había atascado mi mente y a ver quien puede enderezar esta mente, este camino, estas incongruencias afectivas de todo tipo.
    Ya he dicho en distintos momentos que apuesto por salud mental. Mi mente necesitaba una reparación de campeonato. No fue fácil. Mas vamos saliendo del bache. Agradezco a salud mental todo el esfuerzo, el interés, el trabajo cotidiano que se ejerce con pacientes relacionados con salud mental. Que una mente encuentre su rumbo bien merece un esfuerzo todo su trabajo. ¡Ah, y el nuestro también!
    Un día empezé a rebobinar (lo hago de vez en cuando) y me dije: Mal rollito, Mercedes. No tienes un trabajo, no tienes familia propia, no tienes medios que te permitan vivir ni de forma estable... Bah, terminado el mal rollo. Y cuando terminé de poner todos los trapos sucios sobre la mesa. Quedándome en un vacío interior, aparentemente, absoluto. Bah, como que a vivir de la caridad por que no tenía medios aparentes para tirar pa`lante. Terminado toda esta retahíla. Mi mente despertó. Empecé a ver a una persona sencilla, humilde, divertida, cómoda en su piel. Que no le importaba el futuro sino el momento del día a día. Observé a una persona muy creativa. Que hacía unos dibujos abstractos super bonitos. Con una capacidad para comunicarse pues entretenida, constructiva, en ocasiones, divertida. Observé a una persona que se relacionaba con facilidad con las personas. Fácil a la hora de esbozar una sonrisa. Y me dije: ¡Pero, Mercedes, si tienes una fortuna en tus adentros!¡Si tienes una riqueza impresionante en tu debe y en tu haber como persona, como ser humano!. Y entonces entendí que tenía que dar gracias a todo un universo por darme la oportunidad de conocer a la persona que soy ahora. Sí, a la persona que quiero muchísimo e igualmente, admiro.

    He conocido algunos casos de personas con muchísimo dinero que no solo quieren comprar cuerpos. También les interesa comprar almas. Pueden, quizás, ofrecerte una gran cantidad de dinero por unas palabras. Sí, sin que exista otra intención en el momento. A mí una situación así, de tanta pobreza interior, me hace ver a un ser humano, que, a pesar de ser inmensamente rico, posee, quizás en sus adentros, una pobreza de escándalo. Cuando intentas comprar una amistad, un rato para hablar con una chica/o, pues la verdad es que... a las amistades de verdad no se les pone un precio ni económico ni afectivo.  Ni a tu pareja.

      Cuando pensé en dicha situación, la cual había observado desde cerca me dije :¡Arranca, que este barco no es para ti!¡Me produjo una sensación enorme de tristeza que en el mercado y con dinero se pudiera comprar casi de todo!

      En una suposición de que se me hubiera dado el caso, pues hubiera sido francamente fácil, cómodo y sencillo, pues que se me comentara  que una persona tenía interés en hablar conmigo, en conocerme... para mí en dicha situación, por ejemplo, no hubiera existido ningún problema en estar ahí. Hubiera escuchado, comentado cosas, en total y serena libertad. Mas cuando se pone precio a un diálogo normal y corriente, a una situación donde el dinero prima antes que la calidad humana y el respeto a la otra persona... pues yo, caminito, caminito y sin mirar pa´tras. Luego, si alguien conversa en la parada de la guagua cualququier tema o asunto, pues hasta te puede parecer genial. ¡ Además no nos ha costado ni un duro a ninguno de los dos! ¡Abráse visto, Mercedes! ¡Ay que ver tu particular filosofía de la vida!¡Pues di que sí!...

     Mas yo entiendo que no estoy en la mente de ninguna persona. Ni pretendo estarlo. Yo respeto, incluso de forma asombrosa, pues que puedan existir personas que, hasta para que se les preste algo de atención, pues tengan que aflojar la cartera. Me da un sentimiento de tristeza infinito. ¡Bah, Mercedes, deja ya el velatorio!Mas para que haya mundo tiene que haber de todo. Me produce una gran tristeza las personas que con dinero  compran  prácticamente, todo. Sin embargo, entiendo que hay personas que están a dicha altura a la hora de prestar dichos servicios...  ¿Quizás,incluso ante un vacío infinito? ¡Bueno, no marearemos mas la perdíz!

   M.Mercedes Rodríguez Perera

   

1 comentario:

  1. Bueno, a veces, nos ponemos en la situación de terceras personas como si nosotros fuésemso perfectos. Cada persona es un mundo. Cada mundo tiene sus necesidades, su forma de andar por la vida. Yo tuve que descubrir mi mundo y eso que llevaba toda una vida viviendo conmigo. La vida que tengo ahora me hace feliz. Me encanta compartir con vosotros mi mundo interior. Lo hago con la mayor humildad y respeto del mundo. Mil gracias por estar ahí.

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