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lunes, 20 de abril de 2015

Una historia imaginaria, cruel, inverosímil, humanitaria...


  SE ABRE EL TELÓN

   Voy a contar una historia imaginaria. Historia donde el dolor se sienta en la primera fila de este teatro imaginario. Sus personajes también son imaginarios. Una historia de dolor, de mucho dolor, incomprensión, soledad... Un drama donde nunca sabes cuando y en qué momento el dolor cesará. Mas es una historia que merece ser contada, ser tenida en cuenta. Sí, a pesar de ser una historia imaginaria.

     La protagonista es una niña imaginaria, que vive en su mundo, que no entiende, no comprende lo que ocurre a su alrrededor. También un personaje imaginario, necesita encontrar una luz que le conduzca a la vida. Un nacimiento que esté reconocido y le permita continuar con su historia imaginaria, mas particular y necesaria.Necesita seguir hacia adelante mas con una aptitud de recuperación, de vida, de positividad, por supuesto de arranque personal, de un tirar pa´lante de forma continuada sin mirar demasiado hacia atrás. Siendo dueña de sus actos, de las riendas de su propia vida. Mas la historia continúa...
   Esta historia imaginaria habla de una niña que se revela contra sí misma y contra el mundo. En realidad ella no sabía el por qué de su comportamiento, de su reveldía, de sus miedos, de sus dudas inquietantes y hasta de su dolor...
    Busca una libertad que no conoce. Una integración, aparentamente, vetada. Mas en su yo mas interno sabe que conseguirá salir a la luz. Sabe que no está sola en su camino vida y que un grupo es, en ocasiones, toda una multitud necesaria, de apoyo y de continuidad.
   Pasa tiempo en el campo con unos abuelos imaginarios que le transmiten muchísimo amor. Un amor bien entendido, bien canalizado, bien acogido. Amor el de sus abuelos que le da muchísima vida. Ama la naturleza. Todo lo que circula entorno a ella tiene una gran belleza, hermosura. Le favorece el contacto con la naturaleza. En realidad, le va genial. En el campo se dedica al cuidado de unos cuantos animales que le dan mucha vida. Les habla muchísimo, cosa que ella suele hacer con todo lo que circula en torno suyo y, considera muy, muy importante. Algunas veces, parecen colarse por allí algunos familiares con los que, imaginativamente, no tiene relación. Solo una persona de dicha familia parece acercarse a ella de tú a tú. La invita en sus juego, y jamás la rechaza. ¡Oh!¡Oh!¡Oh!...
   Mas en la capital, imaginativamente, se encuentra su familia. Aquella que esporádicamente la visitaba al campo. No se adapta a su familia. Mas ella no consigue, imaginativamente, ser consciente de ello. No se siente integrada en dicha familia, y... sus actividades se limitan casi a las tareas del hogar. ¡Oh, mal rollito! Se la suele mantener al márgen de todo lo que ocurre. Sí, como si lo único importante fueran las tareas de la casa, mantener la casa limpia y ordenada. No siempre a esta niña imaginaria se la permite ir al colegios. Por lo que cojea en casi todas las asignaturas. Ello le provoca una actitud de nerviosismo brutal. Su estómago es un hervidero de nerviso. ¡Oh, qué hacer!
   Para completar el dramatismo de esta imaginaria historia de personajes ficticios pues... nuestro personaje se entera de que estaba embarazada en el momento del parto. Algo que no entendió ni tampoco pudo asimilar en su vida. Se da cuenta por que al empujar se ve una gran barriga. Da a entender que todo el proceso de embarazo lo paso prácticamente cedada. ¡No entiende nada!. En condiciones normales jamás hubiera permitido la violación de su cuerpo ni de su forma de pensar. Mas llega un médico acompañado con otra persona y se encuentra un embarazo al límite de dar a luz, sin material específico para tal embergadura y una chica que casi no puede abrir sus ojo. Por supuesto, empujar era todo un imposible. El médico, cachete va y cachete viene, mas la chica imaginaria solo puede abrir los ojos y cerrarlos un instante. ¡No hay otra solución, la chica imaginaria ha de empujar!. Le daba un poco de tiempo a la chica para que reaccionara, mas era todo un imposible. Así, pues, otro par de cachetes flojitos para despertarla. El compañero del médico tenía unas prisas terribles. Mas el médico sabía que sin su ayuda era imposible salvar aquellas dos vidas inocentes. Al final el dolor hizo que ella abriese los ojos y empujara a mas no poder. El niño vio la luz gracias a la aparente magia de dicho médico. Hubo un momento en el nacimiento en el cual ella vio una luz inmensa que abarcaba solo a tres personas... el médico transmisor de aquella vida y aquellas dos vida que acababan de ser salvadas. La vida del niño y el de la chica imaginaria. Alguién dijo que el niño debía abandonar la casa. como pude llegué al pasillo. Estaba envuelto en una sabanita muy pequeña. Poco antes me lo habían puesto en el vientre y, a continuación, en el pecho. Se lo iban a llevar sin pedir permiso. Le deseé lo mejor, una familia que lo quisiera, que lo integraran en dicha familia, que lo atendieran en cuanto educación, salud... que fuera feliz, muy feliz. El médico y su acompañante se despidieron. El médico no cobró absolutamente nada por su trabajo. Luego, se puso un velo muy tupido a todo lo ocurrido y allí,supuestamente, no había pasado nada. No hubo, imaginativamente, embarazo, parto, niño, y nada de nada... La chica quedó confundida mas piensa que una vida no ha de quedarse en una vida rota. Que hay que luchar por lo que se quiere, que hay que afrontar los hechos conforme van ocurriendo. Y que ante todo se ha de ser una persona con todo tipo de derechos reconocidos. Por que cuando superas un infierno tienes derecho a ser partícipes de multitud de amaneceres. ¡Sí, di que sí!
     Se termina la obra de teatro y se cierra el telón
   
      ¡Gracias por estar ahí!

M.Mercedes Rodríguez Perera
 

3 comentarios:

  1. Una vida rota quizás sea aquélla que no percibes, que se te escapa de las manos sin tú ser consciente de ella. Una vida rota es aquella que, quizás, por la maldad de terceras personas interesadas, pues te veas en un mundo, aparentemente, sin luz, engañada, utilizada, donde te puedan,quizás, quitar todo lo que esté a tu alcance, aunque te pertenezcan. Mas una vida puede ser reconstruida, avivada, se le puede dar un sentido positivo, de integración, de voloración personal y hasta de aprendizaje. La vida es supervivencia, trabajo personal, grupal... vivir es un motor esencial en todo ser humano. ¡Apuesta por ti!

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  2. A veces, la imaginación puede llegar a superar la realidad. ¡No lo sé!. Yo ni estoy acostumbrada a que me den respuestas ante dudas del pasado. Simplemente se silencian los hechos y se dan los temas no oportunos o incómodos por zanjados. Mas una mente necesita ser despejada de sus recuerdos, de los momentos impreganados entre la realidad y la ficción. Mas no sabes por donde empezar. No sabes como dar el primer paso sin pruebas aparentes de ningún tipo. Luego piensas si será posible dar un segundo, tercer o cuarto paso... Mas en dicha trayectoria es importante que la situación sea compartida por mas personas. Que den fe o que nieguen los hechos. ¡Oh!...

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  3. A veces, he vivido sensaciones, experiencias muy intensas, excesivamente fuertes. Quizás se me haya acusado, en ocasiones, de no tomar partido ante ciertos hechos. Mas si de alguna manera se te ha marginado. A penas sales de casa. No te relacionas prácticamente con nadie, no has tenido novio... y de buenas a primera te viene a la memoria experiencias fuertísimas que no hay motivo para que tú las vivieras, pues la verdad, es que tu mente se bloquea. Por una parte la experiencia te parece super real. Mas por otra parte, tu propia mente, tu propia persona, bloquea lo que entiende que para ti es pura incongruenica. ¡Sí, las incongruencias del pasado! Mas una parte saludable de ti te invita a investigar, a conocer los hechos, a relacionarte con personas que en algún momento pudieran estar presentes. Es decir, testigos, quizás de tales momentos. Porque yo no puedo explicar aquello que no he sentido como mío. Mas me gustaría, en la medida de lo posible, que alguién me abriera los ojos. Sí, para bien o para mal. Crecer significa abrir los ojos a la vida. Yo quiero hacerlo.

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