Buscando tu mirada en un trozo de cielo. En un firmamento infinito donde a veces soy capaz de perderme. Y las dudas llegan a mi mente. Sí, a mi espacio mas particular. Mas yo no les hago demasiado caso. Entiendo que el presente es lo que vivo en el momento. Aquello que, verdaderamente, me ha de importar. No puedo ser esclavo de un tiempo pasado. Aun sabiendo que dicho pasado pueda tener mucha fortaleza. Mas yo me he caído tantas veces de un presente incómodo, incomprensible, dudoso, que, no me ha quedado otra opción que llenarme de agarrre personal y afrontar el presente. Lo que tengo, lo que puedo cambiar, lo que me puede hacer feliz. Aquello que puedo proyectar con mi forma de ser, de sentir, y hasta de manifestar. Mi trocito de cielo está en un mundo que, a parte de sus altos y bajos, pues lucha por superarse, por tener un futuro, por educar a los niños, a los jóvenes con valores para que, cuando las dudas, las dificultades lleguen a sus vidas, pues tengan algo sólido, fuerte a lo que agarrarse. Un camino que se inicia nada mas nacer, Una vida que puede ser muy fructífera, un futuro incierto, una sonrisa a la vida, al amanecer de los acontecimientos, un recuerdo positivo, una maleta siempre en marcha. Un gracias por estar ahí... Sí, a pesar de mis dudas, de mis tropiezos en el camino, de lo difícil que ha sido para mí abrir los ojos, ver mi territorio mas particular, afrontar retos y dar gracias a la vida. Afrontando una realidad particular donde entiendo a la vida como momentos de trabajo personal, social. Momentos de inquietud, de calma, de relajación caprichosa. Momentos para arriesgar, para sonreír... momentos para dar gracias a todo un universo y saber que lo mas importante, aquello que me ha permitido salir adelante, el descubrimiento de mis talentos, mi integración en la sociedad, en el mundo... de alguna manera me comunican que sí, que juntos ya lo hemos conseguido. ¡Gracias! ¡Oh, mi trocito de cielo, mi vida, mi mundo cambiante y ... vosotros!
M.Mercedes Rodríguez Perera
El camino, los momentos del trayecto, nuestros propósitos, en ocasiones, no acabados. Mas miras al frente, coges las cosas tal y como vienen. Las transformas, las adaptas a tus necesidades. Afrontas la vida con retos que sabes puedes superar. Crees en tu futuro, en tus talentos, en las personas que te quieren, y un sí rotundo aparece, casi instantáneamente, en tu vida. ¡Oh, lo hemos conseguido!¡Sí, mi trocito de cielo!
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