Aquellas cartas aparentemente trucadas.

  _¡Oh!, -me dije-¿Quién ha repartido las cartas de esta baraja?
           Parecen haberma tocado algo malas. A veces, con intención, desatendida, pues puedo pensar que están trucadas.
          Cierto es que la genética puede predisponer nuestro carácter, nuestra personalidad, cualidades...
     Mas es en el trabajo del día a día donde se consolidan todas estas caracterísicas y muchas mas.
           Mas es el trabajo quien suele hacer un diseño gráfico de aquello que nos curramos a consciencia en el deambular de nuestros momentos. No todo está aprendido. No todo se aprende en un abrir y cerrar de ojos. Hay partes del camino que si no se transitan en distintas ocasiones... pues muy aparatoso puede significar su aprendizaje.
        Yo no sé ni cuantas veces me he caído, ni cuantas he conseguido levantarme. Ahora me lo tomo a risa, a momentos un tanto curiosos. Mas aquellos momentos pasados si que llamaría yo, pues... cartas algo trucadas.

     Puedes llegar a la conclusión que, quizás en otras pausas del camino,las caídas y los desbarajustes, hubiesen quedado mas elegantes, mas finos en su haber.

      La vida puede echarte un cabo de vez en cuando. Mas no te duermas en laureles, puesto que, quizás cuando despiertes, te encuentres en el mismo punto de partida. Es decir, estancado en tu camino. Así pues, las señalizaciones del camino están para ser vistas y ser atendidas. ¡Ojo, pues!

       M.Mercedes Rodríguez Perera    17/06/14