¡Caramba con el señorito dinero! ¡Pero cuántos momentos! ¡Cuántas dudas...! ¡Cuántos sueños...!

   Desde mi punto de vista se puede ser, casi al mismo tiempo, señor y esclavo de don dinero.

      El dinero puede convertir tu vida de forma casi inconsciente, en un vendaje en tus ojos. Cuanto mas dueño y señor de él te consideras ... pues mas te va recortando en cuanto libertad bien entendida, manejo adecuado de las situaciones, relaciones afectivas, de amistad, de todo tipo...

     La vida puede ser un continúo deambular de momentos vividos. Algunos parecen volar en un cielo infinito. Otros, les cuesta horrores salir del serpentear de un desierto...

     El equilibrio, la fortaleza, el trato, el juego que de él se haga, pues puede marcar tu vida por un tiempo no precisado. Entiéndeme que el dinero, por sí solo, no es malo. Mas si la persona que lo maneja queda cegada por la esencia que a veces, éste nos pueda presentar.... pues, sálvese quién pueda.

     La vida es toda una conquista. Todo un premio aun por descubrir, por hacerlo presente. Mas los momentos vividos son como piedrecitas en el camino para orientar el sendero que deseamos transitar. Es verdad, que a veces podemos tener la sensación de estar algo perdidos... y otras, la respuesta se adelanta casi sin perdir paso. La vida es un tanto misteriosa, mas es el saber estar, la disponibilidad, la astucia, la buena memoria y el buen andar, sin perder el norte, quién suele presentar aquellas respuestas que urgen ser resueltas. A veces no es difícil, ni fácil llegar a objetivos fijados... claro que arriesgar es todo un elemento a tener en cuenta. Sin riesgos podemos ver nos en una situación en que nuestro coche queda atascado y ni pa´ lante, ni pa` tras. ¡En fin, dicen que la inteligencia, la intuición, la astucia y algún otro ingrediente innovador puede hacer maravillas en soluciones no tan incómodas vistas desde una situación de cierta distancia!.

   Se dice que hay que hilar muy fino y hacer un bordado de película, para enrredarse, ser principiantes, desenvolverse y... hasta ser cautivador de tu propia vida. Hay momentos recuperables en el tiempo. Realmente merecen la pena intentarlo... Sí, merecen ser vividos.

       No hay dos vidas exactamente iguales. No todos los destinos son puro azar. La persona que lucha por conseguir sus objetivos puede llegar muy lejos. La persona que espera que el destino cambie su vida, puede sentarse a mirar un buen paisaje, a leer un libro, o a revolcarse sobre sí mismo... No todo está escrito. No todo te lo van a dar a servir de boca. Separar las cosas es difícil... claro que también es la mejor forma de ponerlas en ordén y dar les un sentido significativo,práctico y hasta necesario.

    M.Mercedes Rodríguez Perera     29/06/14