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miércoles, 18 de junio de 2014

Buscando y buscando, y al final encontré lo que tanta vida me daba.


  Buscando y buscando con el ansia y necesidad de superar distintos campos de la vida. Con la angustia de encontrarme atrás una y mil veces. Resvalando en el camino. Sin tiempo para mí. Aunque, quizás lo justificara, pues diciendome una y mil veces que, lo que hacía, pues revertiría en mi propia persona(quizás de alguna manera  lo hizo). Y un día tiré la toalla exhausta. Llevando tras mis alforjas miles de quilómetros que no conducían, aparentemente, a ninguan parte y... me encuentro conmigo misma. Tiro una soga que aparentemente me ata a unas obligaciones, a un mundo el cual, en aquellos momentos, no me encuentro a su altura. Y pienso que haciendo cosas que para mí son sencillas, agradables, dulces, emotivas... pues ante ellas soy muy feliz. Dibujar abstractos es para mí, pues una de las mejores formas de llenar mi vida de luz, de transmir ese coloridos a través de mis ojos y mi mundo interior. Descubro la vida desde la mirada, la sonrisa, el bienestar... Oh- me dije-solo tenía que dejar  aquella soga. La soga de la vida particular que a mí me correspondía pues estaba muy cerca de mí. Mas yo no conseguía verla. Me era imposible visualizar aquello que me permitía desconectar del mundo, que me permitía sonreír y hasta compartirlo con ciertas personas a las cuales también hacía feliz. ¡Como pude no ser consciente de todo ello si era para mí pura supervivencia! Bueno, pues las cosas pasan muchas veces sin saber el por qué. Mas no olvides que si te pertenecen no dejaran de pasar cerca de tí las veces que sean necesarias hasta que tú consigas ver las. Sí, he conseguido agarrarme a algo que me da la vida. Estaba totalmente ciega a pesar de haber realizado dicha tarea infinidad de veces y sentirme feliz ante ellas. Pero un día fui consciente que aquella actividad me daba la vida, el entusiasmo, la capacidad para comunicarme que tanto y tanto necesitaba. Hoy les doy las gracias también a vosotros.
     La vida puede tocar en tu puerta infinidad de veces. Mas si te puede hacer feliz no dudará tocar en ella otras tantas veces. Claro que, algo de tu parte si que has de poner... nadie ha dicho que la vida tenga la paciencia de un santo.

     M.Mercedes Rodríguez Perera   18/06/14

1 comentario:

  1. Muchas veces, nos empeñamos, casi de forma inconsciente, en seguir los pasos de otras personas, por razones diversas. Tal vez, lo que hacemos no nos haga felices. A lo mejor no somos consciente de aquello que nos vuelve apáticos. Quizás no disfrutamos ejerciendo nuestra profesión. Un día descubres que lo que te gusta, lo que te hace feliz, está muy cerca de ti... Mas la ceguera propia de cada vida nos puede impedir un espectacular amanecer capaz de cambiar nuestras vidas. Sí, dándole un sentido positivo a nuestra existencia.

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