Translate

lunes, 23 de junio de 2014

Un mundo un tanto huracanado...


     De niña, de joven... vivía en un mundo huracanado. Mi mente estaba blqueada, anulada, aparentemente sedada. No era consciente del paso del tiempo. Mas entre el día y la noche (sin tener en cuenta las horas del reloj) viajaba un abismo. Llegó un momento en que mi actitud era de cero a la izquierda, de no valer nada y es mas, quizás mi vida, mi espacio, podía incomodar, molestar a terceras personas... no fue fácil el aislamiento brutal en el que muchas veces me vi inmersa. Cada día buscaba con mas ansías momentos de abstracción, momentos de evación total y absoluta del mundo real. Con una relación familair prácticamente rota, con amigas-conocidas, sin complicidad, sin momentos de atención específica. Bueno, si te digo que mi vida ha sido como una visión de multitiud de carros de combate pero con muy pocos mandos jeráquicos capaces de torear, de coordinar, encaminar, incluso hacerse respetar ante semejante batallón...

     .... Esto viene a cuento por que desde muy pequeña escribía y hacia dibujos abstractos. Todo ello era  una herramienta poderosísima que yo poseía, tenía en mi haber. Mas restaba importancia a todas esas cosas. En realidad pensaba que perdía inútilmente mi tiempo dedicándome a escribir y a dibujar (aunque a mí, personalmente, si me llenaban). Entendí que la sociedad iba por otros derroteros. Mas cuando intentaba aprender otro tipo de actividades me caía empicada y sin ánimo alguno de remontar la experiencia. Bah, que estaba casi en estado de desahucio. Pensaba que tenía que realizar aquellos estudiso, disciplinas, trabajos, típico de las personas de mi edad.  Se suponía que con un folio, una cuartilla de dibujo, lápices y colores, pues no tendría ni para pipas.

      En realidad lo que quiero decir es que, muchas veces, tenemos delante de nuestros ojos, de nuestra cara, a nuestra misma altura, todo aquello que nos puede hacer feliz.Llenarnos de ilusión, de alegría, de satisfacción... aunque el dinero solo cubriera las necesidades básicas. Da igual... aquello que tan cerca hemos tenido y que pudiera haber sido la respuesta a nuestras inquietantes necesidades, pues se nos puede escapar de nuestras propias manos por que somos incapaces de ver lo. Puede ocurrir, aunque parezca irónico. Así pues, cuando una situación o distintos momentos se repiten cerca de ti por pura casualidad... pregúntate a ti mismo/a, si tal casualidad no estará esperando algunas respuestas por tu parte.

    Bueno, a día de hoy me siento feliz. No lo tengo todo, evidentemente, mas pienso que el camino se hace andando. Y andando, andando, aparecen las respuestas. Confiar en uno mismo es importante. Dejar que los demás te conozcan también lo es... el final... el encuentro en el camino de tu respuesta- necesidad. Y la total libertad a la hora de, conscientemente, alzar el vuelo y volar muy alto. Quizás este sueño lo he tenido desde que era niña y él me ha llevado agarrarme fuertemente a una ilusión, a una gran fuerza interior que me daba la vida casi sin ser consciente de ello. ¡Suerte, y que la vida te sea grata!.

     M.Mercedes Rodríguez Perera    23/06/14

2 comentarios:

  1. Sabes, a veces tenemos delante de nuestros ojos, situaciones, momentos que se repiten con cierta frecuencia. Sin buscar dichos momentos, sin intencionalidad previa. Mas la vida, a veces, te involucar en situaciones, momentos un tanto sorprendentes que, lejos de atraparte en tal situación, pues te libera... ¡Cosas que pasan! ¡Pregúntase a la vida!...

    ResponderEliminar
  2. Muchas veces, pues se supone que has de ejercer la misma carrera que tu padre. Tener el mismo estilo en el habla y el vestir. Esto no me parece mal siempre que haya sido un opción tomada en total libertad. Mas a veces entramos en terribles confusiones a la hora de elegir, de seleccionar lo que nos gusta. Aunque a veces no dejamos de manifestar al mundo entero aquello que realmente nos hace feliz, nos hace dueños de nosotros mismos.(claro que muchas veces no somos conscientes de ello).

    ResponderEliminar