A la sombra de un árbol.

   A la sombra de un árbol
       Sí, refrescando la memoria.
       Matizando los momentos.
       Cortejando las dudas.
Y pensé que el universo era una pequeña mirada hacia un instante feliz.¡Oh, no me digas!
Sí, donde la ilusión, la alegría, el despertar momentáneo a la vida, pues fuesen una puerta abierta a la felicidad. Quizás las puertas abiertas a dichos eventos... puedan ser: Puertas abiertas a la gracia del camino y, por supuesto, a tu titubeante mirar. ¡Pero qué me dices!
       -¡Oye, que ya me he despertado!
       -¿Si, en qué momento?
Pues... en la fortaleza de un bonito despertar, de un despejar de mis dudas, y, también, he pensado en ti.
   -¡Bueno, omito mas preguntas!
-Las respuestas suelen estar en el aire. En el contexto circundante de todo ser. En la atmósfera envolvente. A veces, en el desucido ante un despiste. Quizás en cualquier sitio. Tal vez ellas te busquen a ti. Quizás tu te sorprendas ante ellas. La vida es puro misterio y no siempre se necesita a un famoso detective de momentos. La respuesta está en el presente. Del presente todos formamos parte. Quizás haya momentos en los cuales simplemente te has de dejar llevar.

   La vida está constituida por un montón de momentos. A veces, encadenados. Suelen volver a sus orígenes, dichos momentos, cual profesor avispado que busca obserbar si sus lecciones han sido aprendidas o se pasa de página cual malos rollos que no queremos estén junto a nosotros. Y la vida es una esencia vital que todos compartimos. Su ficha no es la misma para todos. Mas colaborar unos con otros es una forma grata de llegar a buen puerto. Es ahí donde todos somos campeones poniéndo cada uno de nosotros, pues lo mejor, lo mas auténtico de nosotros mismos. ¡Un gracias infinito!

    M.Mercedes Rodríguez Perera