Una tregua

    ¡Oh, buscando una tregua para saber quien es quien!
Tregua por que a veces yo piso tu terreno y tú, quizás, me sueltas una retahíla de subidones contínuos.¡Pero qué me dices...!
   Mas a veces, me digo a mí misma que la calma ha de ser buscada, anhelada como aguita de mayo, como sol de primavera.
   Puesto que, cuando estamos en una situación de calma, las ideas importantes bien fichadas, bien ordenadas...pues nos ofrecen condiciones idóneas para mover fichas-momentos. (que bien necesarias que son en este, a veces, todoterreno mundo un tando en despiste).
   Si estas fichas-momento no son trabajadas adecuadamnete, pueden pasar a ser pastos de algún que otro atrevido mal intencionado en sus acciones.
   Los sentimientos, en si mismos, deberían estar bien sujetos y liberarse poquito a poquito para que no nos saturen sin son ni son. Cuando los sentimientos entran en conflicto ... vayamos preparando proyectos de huida y escape. ¡Por que señor mío la guera puede alcanzar límites de bombardeo absoluto!...
      Mas trabajar la calma requiere aldo de paciencia, de sabiduría, de control... Ya que, las pérdidas pueden dejar un déficit no calculado y las ganancias pueden no querer ser, ni parte de nuestra sombra.
   Claro que, cuando la situación va bien encaminada, pues nos podemos relajar emocionalmente, y soltar el freno de mano (todo bajo control).Aunque, ojo a nuestro vehículo-vida. Ha de revisar, según mi opinión, su I.T.V. particular. (En fin, parece ser que no escapa nadie).

      M.Mercedes Rdoríguez Perera    10/08/14