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lunes, 25 de agosto de 2014

Vaya manera que tengo, a veces, de complicarme la vida.


¡Vaya manera que tengo, a veces, de complicarme la vida!
     A veces, me complico tanto la vida que tengo que buscarme a mí misma en un recinto de ideas. Al principio pensé que podía ser super divertido. Mas hoy en día pienso que mas que complicarnos la vida, resultaría más cómodo y hasta divertida que fuese ésta mas sencilla, mas accesible.  Mi vida no ha sido nada fácil. Es verdad que a veces hay multitud de retahílas en mi mente que no encuentro la forma de colocarles un semáforo algo particular para que vayan saliendo todas tranquilitas y sin apuros. Mientras yo me dedico a otros menesteres. Es  verdad que algunas situaciones entran en mi vida sin avisar. ¡Oh, sin haber sido invitadas!. Pues sí, así es. Si pudiera dar un parón al pasado y quedarme con los momentos mas divertidos y gratos de la vida, pues lo haría. No lo pensaría ni un pis-pas. Pero, ojo, es que no sé como hacerlo. En fin, tengo a mi favor, por comentar algo, que los momentos un tanto pesados y un mucho sinverguenzas, los resuelvo en poco tiempo. ¡Oye, que no he hecho un curso super especial para aparcar los problemas en distinos aparcamientos algo concertados! Dada mi situación de complicar problemas a la carta... no me ha quedado otra opción que aprender a vivir con lo que tengo. Ser algo atrevida de vez en cuando y pasar de muchísimas cosas. Claro que cuando complico las cosas hasta mas allá del infinito, tengo que hacer unos días de reposo, pocas reflexiones, muchas paz y mucha tele. Aprender a manejar ciertas situaciones es necesario, a veces, imprescindible para que tus neuronas se relajen y sepan que el señorito raling ya ha terminado su trayectoria.

     Mas si estoy viva y en estas circunstancias es para vivir dicha vida. Para no agobiarme que ya tengo una edad en las que me es difícil cazar mariposas. Aprender a vivir, que es tarea algo incómoda. Divertirme, sacarle el jugo a la vida y poco mas. Por lo menos sé que he aprendido a torear problemas importantes. ¡Me darás algunos puntos ante tales hazañas!

     M.Mercedes Rodríguez Perera

2 comentarios:

  1. Torear problemas no es fácil. Hay algunos que si te descuidan te van a visitar a tu casa un día sí, y otro también. Se te meten en tu cabeza y te da la sensación de ser un ejército de hormigas ronroneando por situaciones inhóspitas. ¡Pero será posible!. Puede parecer algo increíble pero incluso a los problemas también hay que ponerles límites. Ignorarlos en la medida que nos sea posible, y aguantar el temporal que, de alguna menera, toca en cada casa y viaja sin ser visto.¡Oh!

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  2. Hay problemas, situaciones en nuestras vidas, que parecen ir en plan rallig. Se meten por todas partes y ni con un escobillón las sacas de ahí. Luego entrar en vereda cuesta, oye, que no es nada fácil. Tampoco es cuestión de complicarse la vida. Mas a veces, ni te miro, simplemente, sálvese quién pueda...

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