Translate

domingo, 24 de agosto de 2014

Una guerra sin cuartel


   Una guerra sin cuartel...
       Cuando la vida te pone contra la espada y la pared.
       Cuando las amistades, en ocasiones, se venden al mejor postor.¡Oh, me han salido ranas!
       Cuando puede ocurrir que desconozca la información más básica y necesaria ante mis derechos. ¡Tengo derechos!. Quién no tiene derechos o no se les reconoce, pues vive en una ignorancia total y absoluta de sus pertenencias, de su propia persona que se queda casi de forma inconsciente en la nulidad de un cero absoluto. ¡Bueno, a veces ocurre! ¡No es justo... mas siempre hay alguién que hace leña del árbol caído! ¡Sí, pero también gente que nos ayuda!
        Cuando el desahucio personal toca fondo y llega a ser bastante alarmante. ¡Oh, un SOS!
        Cuando la distancia entre tu persona y el mundo es observada como algo descompensada, como un menos que no encuentra su infinito y un mas infinito que haber quién es el listo/a que lo agarra a tiempo.
   Una guerra sin cuartel...
Cuando las miradas se cruzan ante una aparente indiferencia hacia la otra persona. ¡Quizás si hay buenas intenciones encuntren un punto común donde coincidier! ¡Bueno, dicen que todo es posible si existe buena disposición y ganas de ganar batallas importantes!

Cuando la distancia personal, emocional, afectiva, emotiva... traspasa todo tipo de límites y te encuentras girando sobre tu propia órbita. Claro que... has olvidado el código de la nave espacial para regresar a casa. ¡Uf, mal rollito!

         Mas buscas casi desesperadamente...
  -El brillo de un amanecer
 -Amistades sinceras, auténticas, que sepan realmente estar ahí. Sobre todo en tiempo de tormentas que no todo el mundo lleva paraguas ni sabe donde guarecerse.
 -Piensas en las personas que ya no están fisicamente, que han fallecido. Sabes que han sembrado en ti todo aquello necesario para una posible supervivencia. Entiendes que han cultivado en tu persona conocimientos capaces de hacer que vuelves muy alto, incluso tirarte de un paracaídas con una seguridad bastante aceptable. Sabes que, de alguna manera, estas personas ya fallecidas pero, desde mi punto de vista, con un alma-energía inmortal, cuidarán de ti. Te ayudarán en lo que puedan. Entendiendo siempre que lo principal ya fue sembrado y abonado en vida. Sobre todo ese amor infinito que llena a veces tu vida de una luz infintita, incapaz de explicar con las palabras.


       ¡Oh!, Mercedes...
 -¿De que planeta vienes?
 -¿A qué lugar quieres viajar?
-¿Es difícil acceder a tu mundo?

      A mi mundo es muy fácil acceder siempre que te dirijas a mí con respeto, con ilusión, con ganas de conocerme.
      No sé de que planeta vengo, o cuántos planetas he encontrado en mi trayectoria vida. Lo que si sé es que actuando en solitario hubiera sido prácticamente un imposible tocar tierra.¡Sí, tropezón tras tropezón!
      Agradecer algunos familiares el interés que han mostrado hacia mi persona y la colaboración que algunos de ellos/as me han mostrado en todo momento.

     Entiendo que soltar amarras y navegar mar adentro es difícil para mí. Mas el que no arriesga pues ni gana ni pierde.

       Timón éste que lleva mi barco. Mi ruta en el camino. Tu mirada en mi persona. Mis ojos en alta mar. La verdad que se hace presente cuando me siento segura, aceptada, valorada, querida... y la vida que me sonríe por que aunque no la conociera del todo... pues entendí que era mi único y aparente comodín.

      Gracias a la vida y a todos vosotros, seguidores del bloc "La vida", porque juntos hemos hecho el camino. Por que hemos surcado multitud de senderos. Algunos muy bonitos. Otros, super incómodos. Espero haberos ayudado en algún momento de este atrevimiento en la vida. Vosotros me habéis ayudado muchísimo por estar ahí, aquí... de alguna manera cerca de mí. Intento salir de algunos bismos. Espero contar con vosotros como hasta el momento presente.

      Mil gracias por todos los momentos compartidos.

         M.Mercedes Rodríguez Perera



2 comentarios:

  1. Una guerra sin curartel cuano yo te miro y tú pasas de mí. Cuando yo intento abrazar tu mirada y tú me echas un balde de agua muy fría. Cuando recojo las cenizas de múltiples encuentros y tú pasas olímpicamente de mi persona. ¡Oh, menos mal, he abierto los ojos! ¡Ahora no me encuentras ni en los pilares mas altos de la tierra!¡Faltaría mas...! ¡El que ha querido pues tiempo ha tenido!

    ResponderEliminar
  2. Quizás lo más difícil no haya sido estar en una batalla campal que nos haya dejado a todos, pues en un quizás fuera de juego. Lo importante, y a veces excesivamente incómodo, consiste en reconstruir nuestras vidas, nuestro mundo interior y echar una mano a la persona que casi está en un desahucio total. Se ganan batallas realizando este tipo de tareas. Mas dicen que el tiempo reparte sus beneficios según las tareas realizadas! ¡Y que el premio toca en el corazón sin previo aviso!¡OH!... ¡Papá Noel a la vista!

    ResponderEliminar