Y en un momento particular...

  Y en un momento particular descubrí que me buscaba. Entendí  que la búsqueda, en un tiempo sin identificar, seguía, imaginativamente,mis pasos. Al principio no pude entenderlo. No conocía el objetivo, ni la finalidad de mi búsqueda. Incluso intenté huir de mí misma, de mis pensamientos, de mis recursos para entender que extraño"virus" había invadido mi esencia mas particular. Agotada de tanta búsqueda sin sentido, y de tanta ansiedad poco canalizada... pues me senté. Parecía un confesor de momentos. Simplemente me dejé llevar. Sin prisas, sin agobios. Y sin entenderlo del todo, mis caminos tomaron ciertas posiciones en la trayectoria vida. Al dejar entrar en mi persona todo aquello que de alguna manera me pertenecía y que era todo un descubrimiento par mí... pues mi mente se relajó. Tenía derecho a conocer todo ese entramado de circunstancias puesto que me pertenecían. Y aunque, al principio me costó bastante entenderlo... luego comprendí que aceptándolo, y poquito a poquito... todo a lo que yo había dicho NO,  y que con el deambular del tiempo se transformaba en un Si por respuesta,me encaminaría a muchos momentos felices y necesarios en mi vida. No debemos huir de nuestros sueños, ni de nuestros miedos, ni de los momentos felices a los cuales tenemos derecho. Y empecé a entender mi mundo, a encontrar aquellos caminos que me darían paz. Y luego descubrí que, una de las situaciones de las que jamás deberíamos huir pues sería de nosotros mismos, de nuestra persona. Claro que, para una convivencia adecuada en nosotros mismos, se hace nacesario encauzar bien los caminos. Que tampoco se les ocurra gobernarse ellos solitos...  y que las señales de nuestra mente hacia los momentos felices pueden ser toda una realidad. No te duermas en tus caminos esenciales. Trabájalos a conciencia y el fruto no tardará en hacerse visible.

     M.Mercedes Rodríguez Perera