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sábado, 18 de abril de 2015

¡Oh, mi pequeña caja de cristal!

¡Oh, mi pequeña caja de cristal!
   Donde aprendí a malvivir casi obligatoriamente. Por que así las causas existentes lo consideraron. ¡Oh, Mercedes, otra vez el horror de una guerra!
    Llegué a estar tan anulada como persona desde que era una niña y casi a lo largo de toda mi vida que, incluso llegué a pensar que me lo merecía. Que realmente estaba en aquella situación por que ese era mi lugar y no otro. Escasa escolarización, aparentemente, desde niña. Y una soledad casi obligatoria sentida como un abismo brutal. ¡Oh, muy mal rollito! Yo pienso que lo peor del maltrato en las personas pues consiste en que con el tiempo puedas, tal vez, perder la capacidad de lucha. Realmente resulta super difícil mantenerse en pie. También hay que tener en cuenta que un maltrato continuado hacia una misma persona puede desgastarla de forma brutal. Puedes llegar a la conclusión, errónea, que cualquier persona es tu enemiga. Si no has aprendido a comunciarte de algún modo y además te acompaña un trastorno mental, pues... la cosas se vuelven excesivamente complicadas. Una familia modelo, con raíces religiosas por todos lados y que... aparentemente maltrate de forma continuada a una persona que forma parte del núcleo familiar, pues... Muchos dirían: ¡Pero qué es esto, que dios baje y lo vea! Evidentemente, lo que yo pueda aportar a los hechos se hunde a manos llenas. No tengo aparentemente credibilidad ninguna. ¡Oh, qué hacer! Muchas batallas perdidas, muchos miedos a la vista. Luego aparece una luz imaginaria en tu interior. Una fuerza interior que no sabes por que se ha colado en una vida a ras del suelo. De alguna manera te hace replantearte tu vida. Trabajar por lo que es tuyo. Aquéllo que te pertenece. Lentamente el miedo va perdiendo fuerza. Sabes que tienes que luchar, que trabajar en equipo, que tienes que ser una mas en un grupo solidario capaz de sacarte de tu infierno. Aquél que te ha acompañado en multitud de momentos vida. Entiendes que no tienes nada que perder y decides alzar el vuelo. Sin mirar atrás, sin contemplaciones ni miramientos. Luego, te viene a la mente una persona del nucleo familiar que sí que ha estado ahí. En lo bueno, en lo malo, en lo absurdo, en lo concreto y hasta en lo abstracto. Esta persona del núcleo familiar y casi sin que yo fuera consciente de ello, pues hacía sus pinitos en lo que podía. Dialogaba conmigo, me invitó a un viaje, salía conmigo. No tenía ningún problema cuando salíamos de casa y encontrábamos personas en el trayecto. Siempre me presentó como su familiar que soy. Quizás dicha persona fuera un alimento esencial en mi vida. Mas yo raras veces era capaz de verlo. Estaba envuelta en un infierno brutal, en un aislamiento propio casi de una celda de castigo. Mas esta persona de la cual os hablo siempre ha buscado la forma de hacerse presente de corazón, de sentimiento y yo diría que hasta de alma. Familiares no del núcleo familiar también en todo momento me han apoyado. Claro que, cuando no eres consciente desde un pundo de vista familiar el infierno que yo vivía un día sí y el otro también, pues resulta imposible sospechar algo a cerca de la situación familiar.

      Luego puedes tener presente a otra persona del núcleo familiar, con la que colaboras atentamente, generosamente, sin esperar nada a cambio. Dando lo mejor de ti misma en todo momento y en toda circunstancia a esa persona y...
     Cosas de la vida, se vuelve chaquetera. Cambia de chaqueta como de camisa. Se va, lo mas normal, al otro bando y te deja al descubierto. No colabora contigo. Aparentemente está, de forma inmediata, pues en un campo de juego y... cosas de la vida tirando balones a tu propia porteria. Lo ha hecho siempre. Claro que esperas tener la esperanza de que un día te conozca con los ojos del corazón, de la vista, del sentimiento y hasta de la verdad. Pero descubres con el tiempo que te ha fallado, que te va a fallar siempre. ¡Oh, pero que me ha hecho esta persona!¡Me preocupo por ella, estoy atenta a sus necesidades y... cuando hay que elegir entre tu propio equipo y el contrario es la primera en meter golazos en tu propia porteria!¡Pero por quién has apostado, Mercedes!

     A salud mental y a todas aquellas personas que por mi ceguera circunstancial no he podido estar con ellos/as, pues sienceramente quiero darles las gracias. Y que disculpen mi ceguera, mas estaba metida en toda una rueda infernal de la que me era super difícil salir. A salud mental agradezco su cooperación, su saber estar, su trabajo de equipo, su desarrollo en programas y proyectos de investigación. Mi apoyo incondicional por haber estado ahí en todo momento. Y que sepáis que podéis contar conmigo. Mil gracias por vuestro trabajo y colaboración. Os deseo lo mejor.

   Quiero comunicaros que a pesar de mi ya avanzada edad es ahora cuando empiezo a salir de un infierno, agarrarme fuertemente a la vida, a la ilusión, al compromiso. Os agradezco vuestra ayuda. Es verdad que a veces decaigo un poco, pero es que nunca se me ha permitido ser dueña de mis actos, defender mis derechos, madurar como persona. Es ahora donde empiezo a visualizar personas que han estado conmigo, personas que quieren estar ahí a pesar de las tormentas. No se en que momentos nos encontramos, en que momentos nos saludamos, nos dimos la mano y, sin ser cosncientes del todo comenzamos a caminar juntos, en una misma dirección, con unos mismos objetivos fijados. Solo puedo deciros que mil gracias por estr ahí, junto a mí, a mi lado. Con vosotros ha empezado un nuevo trayecto vida esperando sea productiva para todos. ¡Gacias!

    M.Mercedes Rodríguez Perera

1 comentario:

  1. ¡Oh, mi pequeña caja de cristal! Mi pequeña caja de cristal que puede ser un lugar de recogimiento, de juego, de admiración. Sí, pero nunca un lugar de cárcel personal. Una caja de cristal que jamás debe robarme la libertad, ni faltarme al respeto. Mas en una caja de cristal podemos, quizás, guardar cosas bonitas, recuerdos entrañables. Es ahí donde empieza aparecer la caja de cristal acogida, meditación, dulzura, saber estar... Si, una entrañable y agradable caja de crista. ¡Todo depende con los ojos con los que se mire!

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