¡Oh, un cajón vacío en los adentros de mi alma!
Una ilusión destronada en mi caja de cristal
Una fantasía rota y un deseo mutilado por la falta de confianza conmigo misma, con lo mas hondo de todo mi ser, y hasta con toda tu persona.
Una luz que brilla ceca de mí, en lugares recónditos de mi persona.
¡Oh, un amigo/a que se acerca!¡Otros que marcan su distancia!
Alguién que quizás pregunta por tu estado de ánimo... que le es reflejado casi sin hablar. Por que desde hace mucho tiempo os conocéis. Por que casi de forma instantánea hace una radiografía global de tu persona, de tu forma de estar contigo mismo y con los otros... ¡Oh, estoy al descubierto! Fidelidad que se guarda en la cercanía y en la lejanía del amigo, del compañero que sabe estar, que sabe llegar, que sabe cuando retirarse a tiempo... Amigo al que no puedes mentir. Te conoce desde hace demasiado tiempo. Tal vez, veas dicha situación como un alivio. Piensas que, realmente, es un verdadero amigo. Leal a tu persona, a tus principios, a tus andares por el mundo. Alguién que quizás te llame la atención en algún tramo del camino. Mas no lo hace para fastidiar, para incordiar, para ponerte mal de los nervios. Quizás lo haga por que bien te quiere. Por que ve la perspectiva de tu situación desde distintos tramos del camino. Mas a veces, nos cegamos en nuestro ego mas íntimo, mas personal... Mas el buen amigo sabe entender estos deslices. Y tarde o temprano los cauces del camino vulven a su calma, a su trayectoria mas cómoda, placentera, deseada... Mas a vece, ello no parece del todo posible. ¡Oh, solo son apariencias-te comentas a ti misma-lo conseguiremos!
Porque un buen amigo es capaz de crear caminos donde el terreno parece inhabitable, intransitable... por que dentro de la relación amigo hay toda una fortaleza que, casi sin ser conscientes de ello, es capaz de sobrevivir a multitud de batallas. ¡Y bien sabe el caminante en ruta la cantidad de batallas que se han de lidiar a lo largo del camino! ¡Suerte!
M.Mercedes Rodríguez Perera
¡Oh, un cajón vacio! Tal vez, mi alma está inquieta, solitaria, incómoda, atrapada en un as de luz. Bueno, un cajón vacío puede ser, un descubrimiento en el cual, empiezas a ser, diferente. Descubres una forma de estar y de andar por la vida mas madura, mas comunicativa, reflexica, quizás, también de búsqueda. Un cajón que se cierra no tiene por que significar nada negativo. Hay una vida en torno a ti que quiere manifestarte, conocerte, salir a la luz. Se cierra el cajón y, por supuesto, se abren otros muchos a lo largo de nuestra trayectoria vida. ¡Suerte!
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