Despertar a ...

   Despertar a la vida, al sentimiento, a la razón del ser.

      A veces, casi inconscientemente, puedas estar en una guerra que no has buscado. Ni siquiera has estado ahí de visita... Simplemente te han colocado y el tiempo te puede indicar, que te encuentras en un continuo fuera de juego. ¡Claro que para entender eso hay que haber pisado el terreno de juego alguna vez).

     Hay situacines de verdadero  desarraigo. Por ejemplo, en algún que otro caso de acogida, de adopción, quizás, tal vez, de un olvido improcedente, donde puede ocurrir que la persona de acogida o en proceso de adopción pues ya como que no te resulta tan simpático/a, tan grata. En fin, que dada las circunstancias un tanto aparentemente adversas... pues a ver que hacemos con este regalito que nos viene un tanto en grande. Se barajan posibilidades: servicio doméstico, recadera, cuidar hermanos pequeños. Bueno tal vez, aparezcan otras opciones en el deambular de nuestro tiempo. Mas aun así, se le puede escapar al señor de la casa la idea casi obsesiva de que:... "lo que no es suyo no lo quieres". Y tú intentando descartar premisas a ver que significa esa frase tan repetitiva que no sabes ni donde empieza su significado ni cual sería su sengundona intención. Pero luego te puede venir con otra frase de igual embargadura: "La sangre llama". Ahí no sabes si estás en un hospital, si tal vez vio alguna película de policías o quizás si soño con una corrida de toros. Bah, como que te pierdes entre tanta y tanta frase hecha. ¡Para que luego me digan por ahí que yo soy algo rarita!. Rarita las cosas que uno pueda haber vivido para estar todavía en pie e intentar hablar correctamente su propia lengua. En fin, que intentas buscar el revés de ciertas frases que van, aparentemente, dirigidas a ti. En fin, que te pierdes ante tanto mundo raro. Y tanta gente, aparentemente, a medio hacer. A veces, cuando alguien se cansa de ti pues puede tener contigo una aptitud un tanto quisquillosa, de búsqueda de pleito. No siempre se acepta lo que para otros/as es un regalo llegado del cielo. Pero bah, a ver como le dices al señor cura que un niño/a de acogida o adopción, pues te viene demasiado grande y, aparentemente, no sabes donde colocarlo. Le miras de arriba abajo a ver si se le puede sacar algún que otro partido. ¡Bueno, a veces, parece ser que se le saca mas de un partido!Claro que ante la iglesia esto puede ser denigrante, inadmisible. Luego vienen los arreglos con frases  y palabras. Formas de contar las cosas. No sé, quizás hasta se pida consejo a ciertas personas. Claro que lo que ocurra entre el confesionario y la persona en cuestión, pues pocas veces sale de ahí. Quizás esta persona sale,del confesionario con el deber cumplido y la aptitud un tanto repetitiva de una mente algo macabra que le insite, ojo, sin querer... pues  a repetir la jugada multiud de veces. No es oro todo lo que reluce... mas el oro bien merece un pellizco.

    M.Mercedes Rodríguez Perera   10/07/14