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viernes, 18 de julio de 2014

Aquella rebeldía sin sabores.


   Hubo una etapa de mi vida en la que decidí no aprender. No colaborar. No prestar atención. Me encerré demasiado en un mundo que me estaba destruyendo a pasos agigantados. ¡Fue horrible!¡Mas no sabía actuar de otra forma!.Por causas agenas a mí misma, empecé a ir al colegio bastante tarde. Además lo hacía de forma irregular. Llegar al colegio era para mí algo verdaderamente traumático. No conseguía adaptarme a los profesores, ni a las materias, ni a los compañeros de clase. Era una isla aparentemente llena de bombas donde era todo un imposible llegar hasta mí. No podía explicar lo que ocurría por mi mente, por una persona bloqueada, aturdida, con muchos miedos. Con un inmenso terror a la vida. Vi como única opción despedirme de la vida. Cuando el bloqueo llegó a ser brutal nadie, absolutamente nadie, fue capaz de llegar a mi mente. Menos aun a mi persona. A estas alturas del camino no es cuestión de buscar los porqués, simplemente pasó y punto. Reconstruir mi persona sin saber por donde empezar, sin entender que pasaba en mi interior, pues fue francamente difícil. Aunque hubo momentos en los que aparentemente todo iba viento en popa. Doy gracias a todos los profesionales en salud mental por el trabajo tan maravilloso que están haciendo con nosotros. En realidad, a veces se lo ponemos francamente difícil. Quiero destacar la importancia de los medicamentos en todos los territorios de la salud. Por supuesto en salud mental también. Mi vida, actualmente, ha dado un giro de tres cientos sesenta y cinco grados. Me siento una persona diferente con un carácter marcado y una risa fácil. Creo conocerme bastante a mí misma. Ello ha hecho que yo recordara, por decirlo de alguna manera, el camino de vuelta a casa. He conocido a muchas personas en mi trayecto vida. Algunas siguen ahí. Otras, pues ya no están. Escribir ha sido para mí una excelente terapia. Al igual que mis dibujos contemporáneos. Me considero a día de hoy una mujer privilegiada. El camino no ha sido nada fácil. Mas hay personas, profesionales de la salud, que sí que me han ayudado muchísimo. Hoy les doy las gracias a todos ellos por haberme ayudado a encontrarme a mí misma. Por haberme ayudado a entender que hay personas maravillosas cercanas a todos nosotros que nos pueden ayudar haciendo muy grata nuestras vidas. Hoy apuesto por la vida, por mí, por la buena gente. Hoy me he descubierto como una persona diferente. Mas no me siento extraña a mí misma. Me siento feliz. Entiendo que yo he tenido muchísima suerte. Mas entiendo también que el camino no lo  he recorrido sola. Un día tuve la suerte de abir los ojos a la vida, a la ilusión, a la esperanza, a la sabiduría, a todos vosotros/as. Muchísimas gracias por todo lo que me habéis regalado al estar ahí. Atentos/as a mis comentrios. A mis buenos y malos momentos. A mis dudas. Sois una gran fortaleza para mi persona. Hoy no me siento sola y esa es una de las batallas mas importantes que le he ganado a la vida. Gracias.

       M.Mercedes Rodríguez Perera  18/07/14

2 comentarios:

  1. Es verdad que le he ganado batallas importantes a la vida. Tan cieto como que en muchas de ellas he necesitado ayuda para superarlas. Creo en los trabajos de equipo, en la constancia del día a día. En aprovechar los momentos con forme van surgiendo y sacarles todo el provecho posible.¡Oh, como un sorbete de limón!.

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  2. Entiendo que cuando se está en un pozo muy profundo, pues ver la luz es francamente difícil. Incluso teniéndola junto a nosotros no conseguirmos verla. Que llegue,dicha luz, a nuestra persona, a nuestros sentidos, a nuestro despertar... puede ser muy difíci... mas la luz existe, el camino aparece quizás donde lo dejamos. Sí, pero para que tu lo recorras como te apetezca. No renuncies a ti. Sería algo realmente lamentable. Sin sacrificio, ni lucha... pocas cosa se valoran, realmente, en nuestra vida.¡Suerte!

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